San Pedro Garza García, desierto por Covid-19

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  • La municipalidad más rica de AL luce con avenidas casi solas; las plazas comerciales están desiertas, pues la mayoría de los empleados hacen “home office”.

AGENCIAS

NUEVO LEÓN

Casi paralizado amaneció este miércoles el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, luego de que la tarde del martes el alcalde Miguel Treviño de Hoyos emitió una declaratoria de emergencia ante los casos de Covid-19 en ese ayuntamiento.

La municipalidad más rica de América Latina luce con sus avenidas principales casi solas y las plazas comerciales están desiertas ya que la mayoría de los empleados que trabajan ahí están haciendo “home office” y los residentes han determinado no salir de sus casas.

San Pedro es el municipio que agrupa la mayor parte de los casos de Covid-19 que se han presentado en el estado por lo que su presidente municipal determinó medidas adicionales a las implementadas por el gobierno estatal que contemplan el cierre de casinos, centros sociales y cines.

En el caso del ayuntamiento sampetrino la medida se amplió a gimnasios, centros de culto religioso, bares, cantinas, antros y mercados públicos, entre otros.

Además la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) está facultada para hacer uso de la fuerza pública en caso de que alguien caiga en desacato del ordenamiento.

“Es una decisión que cuesta”, reconoció el propio alcalde, no obstante, dijo que la determinación se tomó para evitar más contagios y también porque el municipio alberga el mayor promedio de edad de la zona metropolitana.

Catalina Cuevas, vecina de Fuentes del Valle contó que es increíble cómo luce San Pedro y que nunca pensó a llegar a ver eso.

“Esto parece el fin del mundo. Tuve que salir a hacer las compras de unos medicamentos para mi padre y esto da miedo”, indicó.

En algunos parques del sector se pudo ver a alguna gente ejercitándose; sin embargo, no se quedan en el sitio por largo tiempo porque eso está prohibido dentro de la declaratoria de emergencia municipal.

Los restaurantes, algunos están cerrados y otros de plano no tienen comensales.

En el centro de Monterrey la situación es diferente porque ahí se puede ver más movilidad vial y gente debido a que no todos pueden parar sus actividades cotidianas.

“Esto está bien fastidiado, no hay clientes”, expresó un chofer de Uber, quien dijo que las medidas de prevención por el Covid-19 los están afectando.

En otros días, señaló, que para esas horas de la mañana lleva como unos 400 pesos y ahora muy apenas andaba en los 200.