- Le imputan 4 delitos: Homicidio culposo con ventaja, homicidio culposo con ventaja en grado de tentativa, abuso de autoridad y por delitos cometidos por servidores públicos.
- “Nunca le disparé a las muchachas, solo estaba chambeando”, dice policía acusado.
Culiacán, Sin.
Luego de varios días de audiencia inicial en contra de uno de los policías imputados por el homicidio de Andrea Candelaria Aispuro Avitia y Ana Carolina Aispuro Astorga, de 19 y 20 años, respectivamente, ambas estudiantes, originarias de Tamazula y sobrinas del gobernador del estado de Durango, José Rosas Aispuro Torres en hechos ocurridos en 27 de enero en la sindicatura de Sanalona, Sinaloa, fue vinculado a proceso por los cuatro delitos que le acusa la Fiscalía General del Estado de Sinaloa.
El lunes se reanudó dicho proceso, una vez que se cumplió la duplicidad del término que solicitó la defensa del único detenido, de la muerte de Andrea Candelaria y Ana Carolina. A Joel Noé “N” se le vincula a proceso por los delitos de Homicidio culposo con ventaja, homicidio culposo con ventaja en grado de tentativa, abuso de autoridad y por delitos cometidos por servidores públicos.
La clasificación jurídica que se estableció fue de que la muerte de las jóvenes fue por autoría indeterminada por cada uno de los eventos en relación al hecho, ya que no se ha establecido en la investigación cuál bala de las cuatro armas que se accionaron por los agentes de la patrulla 3638 fue la que dio muerte tanto a Andrea Candelaria como a Ana Carolina, y que a cada una fue una bala las que les quitó la vida.
En esta audiencia la juez de control de la causa 100/2020 de la sede regional de Justicia Penal Acusatoria y Oral Región Centro, Dulce María Villegas Soto, no admitió los medios de prueba solicitados por la abogada defensora de Joel Noé, porque no se presentó la justificación de la pertinencia.
A pesar de ello, entre las pruebas que solicitó la defensa estuvo la declaración del imputado, quien reconoció haber disparado un arma en Sanalona el día 27 de enero, sin embargo, en dicha declaración el agente de la policía estatal señala:
“Lo único que quiero decir es que andaba chambeando, éramos muchos. Escuchamos disparos, pero yo nunca apunté al vehículo, nunca disparé a las muchachas. Nunca anduve en el blindado, nunca estuve con los detenidos, anduve en la patrulla 3638 y todo lo que dice la Fiscalía de mí es falso”.
La defensa alegó omisiones de parte de la fiscalía en las pruebas periciales, ya que no se les hizo las pruebas de balística a las armas de los 30 elementos que participaron en el operativo de ese día, así como tampoco se hizo la balística de efecto para comparar el daño que hace cada tipo de fusil.
Cabe señalar que luego de cinco horas de audiencia se estableció que fueron cuatro los policías que dispararon, en el lugar se localizaron 23 casquillos percutidos, de los cuales 18 pertenecen a una misma arma larga, tres a otra arma larga a cargo de un agente, y un casquillo pertenece al fusil de otro de los policías y uno más a otros elementos imputados que no han sido detenidos.
A partir de esta vinculación a proceso, una vez que la juez aceptó los medios de prueba presentados por la fiscalía, se estableció como tiempo para investigación complementaria tres meses que pueden ser ampliados a seis. El proceso, no obstante, deberá resolverse en menos de dos años como lo determina el nuevo sistema penal.