IDEARIO

0
118

Por Azu Macías

¿Experto en solucionar problemas?… Conforme uno lo va practicando se puede volver cada vez más hábil, y es que hasta hay teorías sobre ello, ¿saben? Incluyen algunos pasos que verdaderamente resultan ser muy útiles. Entonces ante cada situación problemática he tendido a usar lo que me gustó llamar: soluciones creativas.

¿Qué alternativas pueden haber? Para poder solucionar un problema de manera efectiva, primero hay que definir cuál es el verdadero problema, pues usualmente vemos la situación de manera general, por ejemplo si alguien me dice: “trabajo demasiado”, eso no parecería un problema considerando que hay personas que se sienten realizadas entregándose al trabajo, entonces yo pregunto: “¿cuál es el problema que trabajar tanto está generando?”, ante ello alguien podría contestar: “Me siento estresado todo el tiempo y me peleo con mi familia”.

Entonces sí, una vez ubicado el problema de manera específica y las consecuencias que está generando en nuestras vidas hay que identificar: ¿cuándo comenzó a ser un problema para mí? Porque si se lleva cinco años trabajando bajo el mismo ritmo y hasta ahora parece un problema, puede ser que algo más haya sucedido. Con esta información podremos preguntarnos: ¿qué hemos hecho para solucionarlo? Alternativas para el ejemplo que nos ocupa podrían ser: tomo una cerveza, salgo a tomar aire, voy a caminar con mi perro, es importante revisarlo porque de no hacerlo nos encontramos empleando soluciones viejas que no han funcionado.

Será momento de emplear la creatividad para encontrar nuevas rutas, si alguna es viable viene lo difícil: tomar la decisión de llevarla a cabo, intentarlo, ¡vaya! Y revisar cómo resulta está vez:  ¿me siento mejor, igual o peor? Si tuvo éxito busco cómo continuarlo, si no hay que emprender el proceso creativo de nuevo. Cada problema es una oportunidad de emplear la creatividad para buscar nuevas rutas.

Una consecuencia positiva de esto es que cuando uno se vuelve hábil para resolver ciertos problemas entonces comienza a ayudar a otros (lo cual es muy bueno), la contraparte es que hay que poner atención suficiente para que no empecemos a emplear toda nuestra energía (y nuestra vida) en resolver los problemas de los demás y empezar a olvidar los nuestros, como dijera el refrán: “En casa de herrero cuchillo de palo”, sino más bien usar las herramientas que hemos construido para nosotros y después ponerlas al servicio de los demás, no andar construyendo herramientas que dejaremos en otras casas para quedarnos sin la nuestra. A ponernos creativos para usar herramientas distintas este año.