- Nuestra Capilla Rodante.
Pbro. Víctor Manuel Solís
Desde hace más de dos años, nuestra parroquia de Nuevo Ideal, cuya patrona es la Santísima Virgen María en su advocación de nuestra Señora del Sagrado Corazón, hemos decidido salir en la búsqueda de los que ya no vienen. Ante la alarmante cifra del Inegi que aporta en el censo de población del año 2010, que el municipio de Nuevo Ideal Durango es en cifras porcentuales el que menos católicos tiene. Esperaremos con preocupación más apremiante el resultado del censo poblacional 2020. Ante el fenómeno desmedido de la presencia de las sectas de diversas denominaciones religiosas en nuestra parroquia, hemos implementado la eficaz estrategia pastoral inspirada en la convocatoria que el Papa Francisco nos hiciera a toda la Iglesia en el mundo, mediante la proclama gozosa del Evangelio a fin de constituirnos en una Iglesia en salida. Ir a las periferias existenciales, compartir la alegría del Evangelio de la Vida y mostrar la belleza de la fe.
Dos estrategias de contención a este imponderable marco de realidad, a fin de aportar como Iglesia en comunión y participación, con el único objetivo de estar todos en la generosa disposición de dar razón de lo que creemos y de lo que esperamos. Además de la labor pastoral que se enmarca en los esfuerzos por caminar en los lineamentos de nuestro Plan Diocesano de pastoral y sus principales prioridades, hemos resaltado dos elementos sustantivos a trabajar en los últimos dos años, a saber:
1.- FORMACIÓN PERMANENTE A LOS FIELES. Se ha implementado desde hace más de dos años LA ESCUELA PARROQUIAL PARA LAICOS. Ofreciendo formación adecuada, particularmente sobre los contenidos que permitan tener una fe más sólida y determinada. Contamos con ciento cincuenta alumnos en este momento aproximadamente.
2.- PARROQUIA EN MISÓN: Es la hora de Evangelizar, este es nuestro lema. Como instrumento ejecutivo de esta estrategia, es LA CAPILLA RODANTE, que nos permitirá a un pequeño ejército de apóstoles bien preparados, llevar a las periferias de nuestra ciudad LA ALEGRIA DEL EVANGELIO. Por ello hemos denominado esta campaña de visiteo y de Pregón Misionero: LA CARAVANA DEL EVANGELIO.
Adecuamos con pasión y disposición al llamado de nuestros pastores a promover la permanente Misión, pues esta es la esencia de nuestra Iglesia, para salir a ejercer con gozo el mandato de aquél que es su fundador y su fundamento, Jesucristo Señor y Salvador (Cfr. Mc. 16,15). Asumiendo la invitación del Papa en su Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, donde resalta la urgencia de una renovación y reforma de la Iglesia, e indica la exigencia de una necesaria CONVERSIÓN PASTORAL, para que las estructuras de la Iglesia se vuelvan más misioneras (Cfr.n. 27). Todo esto, exige la necesidad de iniciar procesos que permitan ponerlo todo en clave Misionera (Cfr. n.34), y alentar esta disposición misionera para que se llene fervor y de entusiasmo (Cfr.n.17, 261). Donde particularmente recuperemos un extraordinario concepto de Iglesia que nos permita priorizar la Evangelización. Se trata de ir de forma creativa a la gente, entrar en contacto directo con ella, como lo ha hecho la Iglesia desde el principio. Se trata de comunicar el Corazón del Evangelio, lo esencial, la fuente. Los tiempos actuales de evangelización exigen garantizar una adecuada proporción entre la presentación del mensaje principal, el que estructura y da unidad a la propuesta cristiana, y a las verdades que encuentran en él su fuente. Dar pues razón de lo que creemos, esto es poner en evidencia lo que Jesucristo ha hecho y hace por nosotros. El Kerygma como memorial del acontecimiento fundamental de la salvación, la muerte y la resurrección de Cristo, y proclamación de su perenne presencia viva en la historia.
“Iglesia en salida”. Así pretendemos ser desde nuestra parroquia, el Papa habla de una comunidad que debe dejar fuera la autorreferencialidad y salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio (20). Se trata, por lo tanto, de una Iglesia participativa (Cfr. 120), una Iglesia de brazos abiertos, acogedora, que salga al encuentro, que tome la iniciativa, que acompañe, festeje, busque a los que se han alejado de la comunidad eclesial y ame a los últimos, es decir a los más pobres y a todos aquellos que la sociedad actual descarta y abandona (cf. 24, 46). Esto exige dejar de estar encerrados en las parroquias, en los movimientos o con las personas que piensan únicamente como nosotros, porque cuando la Iglesia se encierra se enferma (cf. 49). Hoy pues damos comienzo con esperanza este anhelado proyecto, en el que se involucran numerosos laicos comprometidos, para salir a los barrios de nuestra ciudad. Para estar con la gente, para llevar el tesoro de la Misericordia de Dios, sobre todo en los sacramentos de la Confesión y de la Eucaristía. Que nuestra Madre santísima, la Virgen María, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, patrona de las causas difíciles y desesperadas, sea quien con su Maternal presencia interceda ante su Hijo Jesucristo, para que esta obra evangelizadora prospere y de fruto en abundancia.
