Danzar, oración en movimiento para la Virgen

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  • Tradición de varias generaciones.
  • La Danza Azteca Corazón de María es prácticamente joven con 13 años en Durango, procedente de Acámbaro, Guanajuato, pero conservando ritmos y vestuario de siglos atrás como herencia de culturas prehispánicas.

Josélo Fuentes Delgado/La Voz de Durango

El olor a copal invade la atmósfera. Una improvisada fogata de papel produce calor para secar los cueros recién curtidos para los tambores, mientras una multitud ataviada con el vestuario de la danza comienza a llegar y todo es una ceremonia donde se funde lo milenario de culturas prehispánicas y lo sagrado del culto a la Virgen de Guadalupe.

Óscar Iván Barrón Gloria, es uno de los eslabones más pequeños de una cadena formada por más de tres generaciones, todos familiares procedentes de Acámbaro, Guanajuato. Su bisabuela que es la monarca o fundadora de la danza en Durango, María del Socorro Gloria Hernández, quien la practica desde su niñez allá en su natal Guanajuato.

El ritmo de los tambores da inicio al ritual. El humo de copal limpia el espacio y los danzantes, sus ropajes adornados en su mayoría con plumas de aves: gallos, pavorreales, muy pocos de quetzal por ser una especie protegida y en peligro de extinción. Sus tobillos y pantorrillas están adornadas de cascarones de semillas que suenan a cada paso que dan con huaraches de cuero y suela de baqueta.

“Nuestros trajes son lo más adaptado a las antiguas danzas rituales de los aztecas. Los pasos tienen que ver con las constelaciones, los movimientos de las sonajas tienen ritmo que lleva el compás de los tambores. Todo es diverso y a la vez una sola cosa.

A pesar de la poca ropa que portan, principalmente los hombres con el torso y piernas descubiertas, entran en calor con los pasos desde la antigua fábrica de la Carnation por toda la vialidad Factor hasta el Santuario de Guadalupe, más de un kilómetro de distancia danzando mujeres, jóvenes y niños.

Así se funde la tradición, la fe y la oración en movimiento para la Morena del Tepeyac, familias que cumplen mandas, promesas a la Virgen por algún favor o milagro concedido, en las más de 200 que hay en la capital que van desde una sencilla danza de palma y corona, hasta los apaches, pieles rojas y los vikingos, todos unidos por la devoción a la Guadalupana.

VENERACIÓN ANCESTRAL

El historiador Javier Guerrero, habló al respecto que el culto a María en su advocación de la Virgen Morena, se le pueden sumar las formas de veneración que son las danzas rituales como son las de “Pluma o Palma” y las de “Carrizo”, vestigios de las danzas indígenas y se fusionan estas dos prácticas que vienen del centro de la República.

Para el siglo XX hay un cambio radical en las vestimentas de las danzas, por el hecho de filmarse una película en los 60`s que se llama “Pluma Blanca”, donde se requieren muchos extras de la tribu de loa Apaches y de ellos proviene dicha influencia de danzas de apaches, pero con los pasos y los ritmos de las danzas de pluma y las de carrizo.