Ideario

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Por Azul Macías

La angustia de dejar los sueños… Las tres tenían discursos bastante parecidos: “mi hija es lo mejor que me ha pasado”, “es que creo que ser mamá es lo que me sale mejor”, “es que no me arrepiento de haber dejado de trabajar para cuidar a mis dos hijos”, pero las tres llegaron con el mismo problema: crisis de angustia y algo de depresión.

Cómo puede ser que algo que hace tan feliz a una mujer también la haga experimentar tanto malestar, pero así es y algunas de ellas se sienten tan culpables que tardan en pedir ayuda, hasta que el desgaste es verdaderamente importante.

Las que llegaron a atenderse conmigo tuvieron suerte, contaron con algunos factores en el contexto que ayudaron a que pudieran pedir la ayuda como condiciones económicas suficientes para asistir con un médico psiquiatra que les recomendó la terapia, pero muchas otras no tienen esta misma suerte y adicionalmente no cuentan con el apoyo de su familia o su esposo, quienes estigmatizan la toma de medicamentos considerando que crean más mal que bien, lo es desafortunado.

Al observar de cerca cada caso pude darme cuenta que a pesar de todo el excelente trabajo de mamás que realizaban día a día y de ser excelentes amas de casa, su autoestima estaba devaluada; sentían que no servían para otra cosa aunque dos de ellas incluso tenían sus carreras terminadas, las cuales ejercieron un tiempo hasta que decidieron ejercer su maternidad de tiempo completo.

Fue difícil para estas mujeres aceptar que deseaban tiempo para sí mismas y sobre todo aceptar que lo merecían, que no era ser malas madres y que antes de ser madres fueron mujeres con sueños y metas que no se quedaron en el olvido, tan es así que con la angustia su cuerpo se los recordaba.

Es la mujer deseando salir y mostrar que aún puede ser muchos roles más además del de madre. Vaya reto porque ahora una de ellas se encuentra luchando por emprender un negocio mientras deja en segundo plano el trabajo doméstico, equilibrar esto aún en el siglo XXI es un reto.

Para identificar los síntomas de angustia debe poner atención en el cuerpo: sensación de desesperación, sudoración, cosquilleo, opresión en el pecho, aturdimiento. Al experimentar algo de esto es necesario pedir ayuda para retomar la sensación de tranquilidad y control sobre las emociones y la vida.

Ninguna mujer debería sentirse mal de querer retomar algún proyecto para sí misma desde ir a caminar, volver a pintar, salir sola de vez en cuando con su pareja o sus amigas, todos estos son elementos esenciales para retomar la salud mental a los que cualquier mamá tiene derecho.