- Decisiones encontradas generan desconfianza.
- El presidente López Obrador y el Congreso morenista son los responsables del 0.1 % de crecimiento.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
Las expectativas de crecimiento económico del 0.1 al cierre del año y la falta de inversión pública, es producto de las decisiones encontradas del presidente Andrés Manuel López Obrador y de un Congreso abocado a ver qué se le ofrece al jefe del Ejecutivo y olvidándose de que representan a la sociedad que votó por ellos, declaró Jaime Mijares Salum, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Por eso es sumamente importante que, en el 2021, sin importar qué partido gane, haya equilibrios para que los mexicanos estén representados.
Entre los factores que generan desconfianza está la Refinería de Dos Bocas, la cancelación del aeropuerto de Texcoco, el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, que se derivan de decisiones sin respaldos técnicos ni profesionales.
La base del proyecto de nación, es acabar con lo anterior y proponer algo nuevo de esta administración, pero indudablemente hay cosas buenas en todas las etapas de México y esas cosas deben conservarse y cuidar el tema de las instituciones, y estos factores son los que generan confianza o desconfianza.
La perspectiva de 0.1 de crecimiento al cierre del año, es hablar de desaceleración porque ese es el promedio de muchos de los sectores y sin duda las exportaciones que son muchas y que son muchos millones de dólares que se exportan principalmente a Estados Unidos, son en promedio los que mantienen ese crecimiento.
En todos los sectores nacionales, el comercio, la construcción, la industria local que no entra en ese sector de exportación, están en desaceleración y esto propicia el cierre de empresas, la falta de fuentes de trabajo, el crecimiento poblacional que requiere constante movimiento económico para garantizarles el trabajo.
A final se tiene la expectativa de 0.1 por ciento y la tendencia es que, si viene disminuyendo, al final la tendencia queda en negativa y haya una contracción económica.
Ante este panorama, las empresas deben seguir arriesgando, seguir apostando y solicitando que las autoridades sean facilitadores de las inversiones, que no pongan trabas, que inviten a muchos otros sectores que están en la informalidad, para que sean más los contribuyentes, que haya flexibilidad en ciertos trámites para que se reactive la economía, para que haya confianza y que no se pierdan las oportunidades de crecimiento.