- Diputada federal por Morena también quiere ser superdelegada.
- Su llegada como superdelegado podría definirse la próxima semana.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
El presidente Andrés Manuel López Obrador y Manuel Espino Barrientos, hace más de un año que limaron las asperezas de 2006, lo hicieron con madurez política y el puesto de superdelegado que se le ofrece no es un pago electoral, sino la consideración de que puede ayudar en Durango, declaró el expanista, luego de reconocer abiertamente que el cargo se lo está disputando una diputada federal por Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Las diputadas federales y la senadora de Morena, disputan el cargo de superdelegado a Manuel Espino, quien espera que la próxima semana se defina la titularidad del cargo por cualquiera de las dos opciones, mientras tanto él trabaja en el conocimiento programas y en el acercamiento con algunos actores políticos.
Entrevistado en esta ciudad, Espino Barrientos, dijo que él recibió la invitación del presidente Andrés Manuel López Obrador para ocupar el cargo de superdelegado en Durango, junto con la indicación de buscar comunicación con el gobernador José Rosas Aispuro Torres, con algunos empresarios y alcaldes, lo cual ha venido realizando.
Señaló que se ha comunicando también con Gabriel García, quien es el coordinador nacional de delegados federales, quien le recomendó platicar con las diputadas federales y la senadora por Durango, todas de extracción morenista, porque ellas habían entregado una propuesta en la que solicitaban el cargo de la superdelegación para una de las diputadas federales.
Espino relata que ya se entrevistó con las representantes populares y acordó hacer un paréntesis, para que ellas sigan impulsando su propuesta y llegado el momento, sea López Obrador, quien decida; y aclaró que, si la decisión no es a su favor, de igual manera está dispuesto a colaborar en lo que sabe y ha tenido conocimiento hasta el momento.
Al ser cuestionado sobre las declaraciones de Margarita Valdez, quien lo acusa de haber estado en contra de Andrés Manuel López Obrador en 2006, dijo lamentar que haya personas que no entiendan el proyecto de unidad del presidente.
“No sirve estar en política si se conduce con base en hechos del pasado, cuando yo hablé con el presidente la primera vez, el 20 de marzo del año pasado, hablamos de lo que él dijo de mi y de lo que yo dije de él y el presidente, entonces candidato, celebró que, viniendo de posiciones ideológicas y partidistas diferentes y hasta confrontadas, pudiésemos hacer a un lado las diferencias y privilegiar las coincidencias”.
Luego Espino invitó a la senadora Valdez a que reconsidere su posición porque el presidente da ejemplo de promover la unidad nacional y eso no puede hacerse si se parte del resentimiento o si se parte de la memoria histórica de lo que cada quien ha hecho en el pasado.