Adelante gobernador

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  • ¡Vamos a sacar nuestro amor por Durango!
  • Por la memoria de los ancestros duranguenses, saquemos la casta.
  • ¡Todos a trabajar y a producir!, Esta tierra tan llena de bondades merece respeto, ¡ganémoslo!
  • Durango es el 4 estado de la federación más grande y cuna de grandes hombres, ¡no defraudemos su memoria!

DEL DIRECTOR

Históricamente Durango ha sido pobre. A las huestes federales Durango no les importa. Poco produce y poco aporta, no cobra impuestos y es uno de los estados “lastres” de la federación. Ese es el trato que a través de la historia no dan los gobiernos centrales, el de “una carga para el país”. Durango, poco habitado y con una nula industria, con un inmenso territorio de desierto y sinuosas sierras, de vastedad siempre ha sido “terra incógnita”, donde ha sido común el bandidaje, la escasez, los ataques feroces de indígenas belicosos y aún así, se pudo penetrar al septentrión novohispano y abrir el camino penoso tierra adentro. ¿Qué nos sorprende del carácter indómito de los duranguenses, acaso de aquí no salieron los hombres que forjaron la Revolución?, ¿no fue albergado Juárez y su república errante?, ¿que nos conmueve de López Obrador reduzca las participaciones? ¡Vendrán tiempos mejores!

Que Durango se beneficia del pacto federal para subsistir sin aportar nada a cambio, es una acusación sin sustento. Nos han robado los bosques, las minas, el cerro del Mercado, por ejemplo, nos han despojado del progreso, contribuimos con otros estados con agua y riqueza porque entendemos que somos parte de un pacto federal. Sin la federación Durango tiene un panorama negro. No es pujante como Nuevo León o Jalisco ni han salido de aquí tantos presidentes de la república como los estados del centro. Nosotros hemos generado generales y soldados y así es el duranguense. ¿Es poco?

Durango es un páramo, olvidado, desértico, inútil para los intereses económicos de la nación. La federación le da a Durango lo que quiere que son migajas y ni siquiera a tiempo…

Desolador desde luego… pero es una infamia dejarlo solo, abandonado a su suerte. Trato indigno que empeoró con López Obrador ante el silencio desinteresado de diputados y senadores, empresarios cercanos a AMLO y quienes pudieran interceder por nuestra despojada tierra.

Avisado que el presupuesto 2020 contempla reducciones, omisiones y es un claro “hazte pa´ allá”, el gobernador Aispuro dejó entrever que una opción es salirse del pacto de coordinación fiscal para que junto con otros gobernadores de estados igual de marginados, tomemos nuestros destinos en las manos, con un rumbo distinto y veamos qué hacer por nuestro futuro una vez que AMLO y sus estrategas económicos, desvalijan el presupuesto anual. Lo que nos toca o nos ofrece la federación, no da ni para sueldos.

Hay mucho rencor contra el gobernador Aispuro. Claro que lo detestan quienes gozaron los privilegios del sexenio anterior y abusaron. Claro que lo tienen que odiar quienes critican sin propuesta con intereses de sus partidos políticos muy atentos a señalar a quienes no son parte. Igual van a odiar al que llegue del partido político que llegue, porque la política es una crianza de enanos, vividores que hablan por Durango sin entender la historia legítima de la que formamos parte.

López Obrador no conoce Durango. La vastedad del 4 estado más grande, alguna vez la provincia más extensa y rica de la corona española. Tampoco la conocen en la 4 transformación ajenos al Sol salvaje, al sudor de la gente, a la yunta del campo, al esfuerzo sostenido y poco remunerado. No saben, no entienden, no les interesa…

Pero, ¿y los hijos de Durango?, los que siempre critican y joden, ¿dónde están?, ¿dónde está San Gonzalo Yáñez que dejó solos a los CADI’s, ¿dónde está Miguel Rincón tan cercano al presidente, y los sacrosantos diputados y senadores?, ¿dónde están los intelectuales, los maestros que dicen amar al terruño?, ¿que vamos a tener que necesitar a la “siete leguas” para que cabalgue de nuevo?, ¿dónde están los que dicen que lucharían siempre por Durango, pero nomás de pico y que siempre se han servido de está tierra? También, ya estuvo bueno que los señores empresarios tan puestos para lisonjear al gobierno a cambio de concesiones, terrenos y negocios saquen su dinero de debajo del colchón y lo inviertan en beneficio de la economía local, no se quejen si vienen los de fuera y se apoderan de las ventas y oportunidades, ¡hay que salir a trabajar como Dios manda!… Durango requiere de buenos hijos, este es el momento clave para demostrar qué tanto nos importa nuestro estado.

Ayer el gobernador Aispuro no lanzó una amenaza ni una advertencia, sino una convocatoria a la unidad y al trabajo que saque a Durango de su letargo y pobreza. Alerta a los campesinos, obreros, estudiantes, empresarios, comerciantes, intelectuales a que luchen por su tierra, demuestren su amor por Durango.

Si esta es la tierra de generales con tanto que dio a la historia, este es el momento en que todos seamos soldados, pero no para levantar las armas ni pelearnos con la federación, sino para trabajar con más ahínco, esfuerzo y dedicación para sacar a Durango adelante. Que quien pueda crear empleos lo haga, quien pueda invertir en infraestructura es ¡ya!, que quien pueda educar lo haga con amor, con  interés, con esmero para que tengamos una mejor juventud y niñez, desde salir a barrer las aceras, consumir lo que produce Durango, lo que ofertan los negocios locales, ¡adelante!, demos un voto a nuestra tierra y creamos en ella, si la federación no nos apoya ni nos quiere vamos a demostrarle cuan útiles podemos serle a la patria y al país. No defraudemos nuestro lugar en la historia con aquellos que sí lucharon por Durango y sí están presentes: Guadalupe Victoria, Francisco Zarco, Pancho Villa, los hermanos Domingo y Mariano Arrieta, Isauro Venzor y Carlos León, Dolores del Río, Ángel Zárraga, Benigno Montoya, solo por mencionar a algunos, pero añadiendo médicos, maestros, artistas, periodistas y tantos buenos duranguenses de los que debemos estar orgullosos. Que la federación nos reduce ingresos, ¡no importa!, vamos a trabajar duro, con entusiasmo y sin quejas. Durango quiere en este momento lo mejor de sus hijos…