Nadie respeta el reglamento.
Los accidentes sobran.
Alejandro Valencia / La Voz de Durango
El bulevar Guadiana que logra conectar a la carretera Durango-Mazatlán se ha convertido en una pista de carreras, ya que desde el puente La Salle hasta los Puentes Gemelos, miles de automóviles transitan diariamente a enorme velocidad, algunos de ellos respetan los señalamientos y semáforos, pero ocasiones la falta de imprudencia sale a relucir en forma de accidentes viales.
Este tramo de 3.3 kilómetros de largo que cruza escuelas, plazas comerciales, un estadio, un zoológico y dependencias de gobierno cuentan con una correcta señalización donde se marca la velocidad en la que deben transitar los vehículos.
Por ejemplo, en el parque Sahuatoba, está permitido viajar a una velocidad no mayor de 40 kilómetros por hora, sin embargo, La Voz de Durango a plena luz de día pudo verificar que ese límite es revisado fácilmente, tanto por autobuses, taxis y autos particulares que para colmo se invaden el carril de manera arbitraria y sin utilizar sus intermitentes.
Quien destaca fuertemente es la autoridad, pero por su ausencia, ya que en ningún momento se pudo captar algún tránsito, sobre todo en puntos donde se pueden provocar cuellos de botella, como es abajo del puente a desnivel del parque Guadiana.
Incluso ese lugar se ha convertido en el Tramo de la Muerte debido al número de atropellamientos, por lo que es necesario crear una alternativa para el caminante.
Durante los fines de semana estos hechos se incrementan, principalmente por la vida nocturna de ese lugar donde lo que sobra es el consumo de alcohol. Si hay buena suerte, los conductores que cruzan el bulevar Guadiana llegan a sus hogares sanos y salvos, pero cuando las cosas no salen bien desafortunadamente protagonizan un desenlace fatal.