Por: Juan Nava Stenner
+ Salum y Esteban, liderazgos diferentes.
+ “Es lo que hay”, Salum presenta su gabinete.
+ Aispuro, a preparar su salida.
+ Les falta amor por el terruño.
¡Qué cambiazo de la noche a la mañana tenemos en Durango!, yo veo una total simpatía de los duranguenses por Salum, veo que Esteban Villegas coordinará un mejor Congreso para dejar atrás los sinsentidos y Aispuro, ya más descansado de tener que cargar ese lastre municipal que era el ayuntamiento anterior, debe confirmar por qué sistemáticamente aparece como uno de los gobernadores líderes del país. Hasta la 4T cambió de superdelegado.
Y todo eso, ¿cómo lo percibe la ciudadanía?
Se considera a la administración municipal anterior como la peor de la historia. Todo habrá de aclararse, pero hasta el momento hubo deudas salvajes con proveedores que hereda la nueva administración, gastos innecesarios y opacos, como las criticadas letras de felicidad, las colonias de la periferia pintadas con colores partidistas, viajes, viáticos, personal contratado en demasía sin necesitarse, broncas, pleitos y bravuconadas de las que Durango acabó fastidiado.
Ya nos venimos acostumbrando a gobiernos así; el de José Ramón y el de Jorge Herrera Caldera, uno municipal y el otro estatal. Pleitos por el poder, partidos políticos gastalones, gobernantes embusteros y pillos por todo el estado. ¡Durango está harto!
Y nos llega Salum. Y presenta un equipo aceptable a secas, algunos de ellos panistas ya “quemadones”, otros de los nuevos de plano bisoños, muchas damas, un corte empresarial obvio, no hay gente notoriamente brillante y me quedo con la sensación de “es lo que hay” …
El municipio requiere adoptar medidas ajenas a la simpatía popular. Si Salum quiere destacar y ser eficiente, tiene que poner orden en las finanzas y cobrar impuestos. Si quiere ser popular, pues siga con una política de desorden financiero porque, además, a la gente de Durango no le gusta contribuir, ni prediales, ni multas ni nada. Los duranguenses estamos acostumbrados a que todo nos regalen.
Pero urge orden, las calles son dignas de un circuito de fórmula uno, los choferes del transporte urbano están peor que nunca, nadie paga ni multas ni obligaciones y los inspectores municipales, son un verdadero grupo de ladrones, entonces sí con Salum, se va a necesitar aplicar una 4T municipal donde la prioridad sea el orden.
Hablar de austeridad desde antes no se vale. Durango quiere ver eficiencia.
Esteban Villegas coordinará al aparato legislativo. Ojalá su liderazgo sea de compromiso para sacar a Durango de su letargo. De nada valen las citicas, los señalamientos, las objeciones sin propuesta. Debe legislarse lo prioritario y sin colores partidistas: mejorar las condiciones socioeconómicas, cuidar la cultura duranguense, preservar el medio ambiente, crear una clase política con excelente gobierno, buenos diputados, alcaldes trabajadores. Lo demás es politiquería y Durango urge de unidad, de cooperación y de visión.
A mí no me gusta que todo se les dé a los empresarios, tienen concesiones, preferencias, voz y voto en las decisiones de gobierno, bueno, hasta la feria les dieron. Todos los días los medios de comunicación gastamos espacio en oír a los mismos empresarios hacer las mismas propuestas, hablan la Canaco, la Coparmex, el CCE, la Unión de Empresarios y todos hablan de lo mismo, de necesidades “que solo ellos pueden resolver” si los favorece el gobierno con terrenos, concesiones, etc. Ahí está el béisbol que, si bien genera gusto por el deporte, también se convirtió en una cantina gigantesca.
El tema de la Estación Central se está manejando con mucho sigilo y opacidad. En otras oportunidades trajeron mucha gente de fuera, sobre todo sinaloense en detrimento de los locales, veo una descarada ambición por los fondos del Foprodem y el empresariado local ni crea empleos, ni invierte, ni idea un futuro incluyente para todos. Confundieron al gobernador con el plan programa o diseño de un Durango a largo plazo a 20 años donde se gastó una fortuna y yo desde que me acuerdo, planes de esos se han elaborado desde Ramírez Gamero siendo gobernador, al menos cuatro sin éxito, solo un gasto infame, solo el desgaste de una ilusión que nunca cuaja. La Carrera Panamericana tan costosa no genera imagen solo gasto, ni una letra se le dispensa al día siguiente porque se trata de un club exclusivo de viejitos de Guadalajara que juegan a los carros de carreras. Al chapucerismo se agrega el oportunismo político, ¡Ah!, todos quieren meterse a la política, por eso aparecieron gente como Enríquez y Herrera Caldera que sin ser políticos quieren serlo, atropellando derechos y ofendiendo la buena marcha de un Durango que requiere de lo mejor de sus hijos, lo mejor dígase:
¡Eficiencia, pulcritud… amor por su tierra!
Eso hasta el momento, es inexistente.