¿Cómo afrontar una derrota?

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MTF. Alfredo Arévalo

Este tema va muy ligado con el que vimos la semana pasada, como seres humanos somos competitivos y es natural, todos buscamos satisfacer nuestras necesidades de reconocimiento y éxito en todos los aspectos de nuestra vida, nos sentimos bien cuando hemos ganado o conseguido algo que deseamos, pero como en todo, en algunos momentos las cosas no pasan como las planeamos y es evidente que vamos a perder o que ya perdimos.

La derrota en sí es una construcción personal, no es lo mismo para un deportista que para un empresario o para un coach de vida, cada persona le da un valor a lo que pierde y el impacto que ocasiona en su vida; ya sea perder un trabajo, la pareja, tener deudas, no poder comprar la casa o el auto que querías, etc… todo esto nuestro cerebro lo ve como un fracaso, pues no se consiguió el objetivo deseado.

Cuesta aceptar la derrota

Todos hemos pasado por alguna situación difícil, y como lo mencioné anteriormente, cada uno de nosotros lo asimiló de diferente manera, pero en general son casos (o cosas) difíciles de digerir que están ligadas a un sentimiento de malestar, y que si no se maneja adecuadamente puede dañar la estima personal u ocasionar algún malestar emocional ligado a la tristeza o a la culpa.

Si echamos un vistazo a las redes sociales, vemos muchos consejos que pueden funcionar para afrontar la derrota y salir adelante, y puede ser desde un decreto al universo, hasta una programación conductual muy parecida a los experimentos de Pávlov. Pues no debemos olvidar que existe una dinámica psicológica llamada sistema de recompensas, que al igual que los perros de los experimentos, funciona a partir de aspectos biológicos y de aprendizaje, y nos lleva a reconocer con mayor facilidad lo que nos hace sentir bien y evitar las que nos hacen sentir mal.

Por ello, ganar significa que destacamos positivamente, lo cual incentiva ese bienestar y no debemos olvidar que algunas personas son más competitivas que otras, pero para todos la idea de la derrota está asociada culturalmente a debilidad y representa el incómodo hecho de aceptar que alguien ha sido superior a nosotros, o que no fuimos suficientemente buenos para hacer algo, y está en nuestro instinto.

Pero a diferencia de los animales, nosotros podemos determinar las causas y en un sentido muy abstracto aprender de ellas y mejorar, y si fuera fácil todos lo haríamos, sin embargo, aquí está lo complicado para alcanzar ese nivel de compresión, es necesario saber superar las derrotas adecuadamente y tener un conocimiento personal muy amplio.

¿Qué puedes hacer?

La idea de sentirse derrotado se puede modificar, para ello es necesario cambiar la perspectiva de cómo afrontamos la realidad, a continuación explicaré algunos puntos.

Resignificar la palabra “derrota”. En ocasiones tendemos al drama (más de lo que debiéramos) y en ocasiones la derrota se ve como una pérdida total, pues invertimos tiempo y esfuerzo en conseguir lo que queremos, la idea central es cambiar el significado de esa palabra y en lugar de verlo como algo que no tendremos nunca más, lo observemos como una oportunidad de mejorar.

Entonces, a medida que cambies la idea de derrota en tu vida, lo empezarás a ver como oportunidades y notarás cómo muchas cosas comienzan a acomodarse, dejaras de tener miedo a hacer cosas en las que habías fracasado y entenderás más claramente los motivos que te llevaron a ese desenlace e incrementar tus posibilidades en planes futuros.

Conoce tus emociones. Ya hemos hablado de emociones negativas y positivas, y de cómo somos capaces de modificar el impacto que tienen en nuestras vidas, el reconocer nuestras emociones nos ayudará a identificar si el problema viene de nuestro pasado, del miedo o la ansiedad, de alguna tristeza o preocupación; además de identificar lo que causa el fracaso en nosotros y poder cambiarlo.

Reconoce lo bueno. En nuestra naturaleza está el dar más peso a las situaciones negativas, y a pesar de no haber ganado, es importante tener la capacidad de reconocer nuestro esfuerzo y analizar las victorias a nivel personal.

Esto también pasará

Hay una historia que queda perfecto a este tema y trata de un Sultán que buscaba una frase que lo motivara a superar todo lo que la vida le presente, no obstante, la quería corta para tenerla en su anillo, vinieron sabios de todos lados y no pudieron darle al Sultán la frase que necesitaba, un día su más cercano sirviente le conto la historia de su padre, quien había conocido a un viejo ermitaño y le dijo la frase “esto también pasará”, al Sultán le maravilló la idea y mandó a hacer un pergamino que se ajustara a una piedra que tenía en su anillo. Días después su reino fue atacado y casi pierde la vida, y le dijo su sirviente “es momento de ver el anillo”.

El Sultán leyó la frase y recobró la esperanza de recuperar su reino, buscó aliados y formó un ejército; días después atacó y consiguió su objetivo, al entrar al palacio entre las ovaciones de su pueblo, el sirviente le dijo “es momento de ver el anillo”, el Sultán confundido le dijo, “pero en este momento estoy feliz y me siento bien”, a lo que el sirviente respondió, “la vida se trata de un equilibrio entre las victorias y fracasos, pero ninguna de ellas permanece para siempre en nuestras vidas”.

El Sultán hizo caso a su sirviente y leyó el mensaje, y de esa manera se dio cuenta que nada es permanente en nuestras vidas.

Conclusión

La idea que tanto lo bueno y malo en nuestras vidas no es permanente cambiará el significado de fracaso o victoria; buscamos que nos pasen cosas buenas siempre, y no valoramos el aprendizaje de los errores que cometemos, porque olvidamos que nuestra vida oscila entre ambos lados. El aceptar esta realidad en nuestras vidas nos libera de querer ser perfectos y ganadores o unos fracasado que comenten errores siempre.

Al final es nuestra vida y podemos decidir si esta caída es solo una vertiente que nos lleva a mejorar o a un fracaso permanente; al final todo es cuestión de perspectiva.

El hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido pero no derrotadoErnest Hemingway

Sobreviviremos al próximo lunes… si aprendemos a no juzgarnos con tanta dureza.

Nuevamente los invito a escribir cualquier duda, comentario, aclaración a mi correo alfredo.adj@gmail.com