¿Emociones negativas con impacto positivo?

0
82

MTF Alfredo Arévalo

La naturaleza humana en ocasiones es contradictoria, y el caleidoscopio emocional que se desarrolla a lo largo de la vida ha llevado a especialistas a cuestionarse si todas las emociones pueden definirse, catalogarlas en buenas o malas, además de comenzar a preocuparse con emociones negativas como la ira y buscar favorecer otras como la alegría.

Como es habitual en la conducta humana enfocarse en las experiencias y emociones negativas, buscaré explicar su motivación, pues aunque actualmente el sentirse triste, enojado, violento, se observa como algo malo, existe la posibilidad de que tenga un beneficio, por ello están ahí y las necesitamos, nos gusten o no, pues nos ayudan a entender algún problema y afrontarlo.

¿Son tan malas?

Como seres cognitivos, tenemos la idea de nombrar todo, y con ello le damos una importancia a cada palabra, entonces nuestro lenguaje nos hace recordar situaciones con ciertas palabras, por lo que el título de este artículo trajo a tu mente un poco de ambas situaciones, y con ello nos damos cuenta de que no todo es blanco o negro. No debes pensar que siempre debes tener una actitud positiva, tu cerebro no te lo va a permitir.

El funcionamiento del cerebro se puede explicar como un vigía, cuando él observa una situación de peligro activa una alarma, cuando aparece algo que le llama la atención uno de curiosidad, y así con todos los acontecimientos en nuestra vida; por lo tanto, cuando decimos que una emoción es desagradable, hacemos referencia a que:

  • No genera placer.
  • Ocasiona tensión, dolor o angustia.
  • Es una amenaza.

En terapia observo que para muchas personas (y en ocasiones para mí mismo) el lidiar con estas emociones ocasiona miedo, pues perder el control sobre tus actos conscientes nos hace desestabilizarnos, y es que para la mayoría el sentir enojo termina en agresión, la tristeza en depresión, etc., pero no necesariamente tiene que pasar eso, como lo he mencionado en otros artículos, hemos aceptado normas sociales y familiares, que ayudan que nuestro razonamiento module las emociones desagradables.

Desajuste emocional

Creemos que para estar “bien”, debemos estar del lado positivo de las emociones y el enfrentar las desagradables, genera una desconexión, pues no sabemos lidiar con ellas, sin embargo, la realidad es que ambas (buenas y malas) pueden desajustarse, en ocasiones seguimos impulsos inconscientes que nos llevan  a actos impulsivos, a buscar estar solos y tristes mucho tiempo, o a no enfocar bien nuestra realidad y repetición errores; en todo caso es mejor acudir a un profesional.

El desajuste en las emociones en ocasiones causa algún trastorno mental (en algunos momentos puedes encontrar las herramientas para superarlo, pero no siempre pasa). Esto en ocasiones parece muy complejo, pero lo importante es que el profesional en salud mental, te ayudará a identificar lo que causa el desajuste, afrontarlo, y solucionar el problema.

¿Qué puede causar?

La tristeza prolongada (con culpa) puede ocasionar un trastorno depresivo; algunos especialistas mencionan que la tristeza es un exceso de pasado y nos habla de nostalgia, pérdida y en ocasiones la necesidad de contacto. Cuando pasas mucho tiempo sin cambios, la tristeza se vuelve desesperanza y no comprendes qué pasa, así que renuncias.

Un miedo excesivo se dirige rápidamente a los trastornos de ansiedad y de pánico; aunque busca protegernos de la amenaza, ahora con el desajuste nos ocasiona problemas y vemos una amenaza constante en todo y todos, y así como la tristeza se enfoca en el pasado, el miedo al futuro crea esa incertidumbre.

El enojo puede llegar a problemas de control de impulsos; biológicamente cumple una función energizante, pero con el tiempo causa una desconexión con el razonamiento y puede llegar a una agresión excesiva.

La culpa intensa crea una dependencia emocional; normalmente sirve para conectar con otros seres vivos y crear empatía, no obstante, cuando la necesidad de reparar daños o errores cometidos bloquea el sentido de identidad y nos pone al servicio del otro, aquí las normas familiares y sociales modulan, pero si no se tiene el apoyo de nadie el síntoma permanece.

Impacto positivo

Aunque pareciera que toda esta explicación encierra cosas negativas, lo positivo es que somos capaces de reconocerlas, pero no como algo único, las emociones se complementan para funcionar mejor, si me siento triste no puedo solo sentir eso, también puedo sentir enojo o miedo que al ser un impulsor me ayuda a salir de ese estado; la otra cara de la moneda es que en ocasiones esa mezcla te puede hundir más, y eso es lo complejo de nuestra naturaleza.

Debemos conocernos, eso da mucho miedo, pero siempre es necesario, no podemos manipular la percepción que se tiene de nuestra personalidad o nuestro estatus siempre, eso es muy cansado; para no ocasionarnos conflictos y desajustes hay que saber que nos provoca tristeza, si tenemos culpa por algo que hemos hecho, si tenemos esperanza en nuestro futuro, etc.

En ocasiones podemos reconocer todos estos factores, pero para estar mejor acompañados acude a un profesional, pues existe la trampa del ego, y podemos creer que tenemos todo solucionado, y en realidad es una cortina de humo que no deja ver más adentro. Entonces llegar a conocernos y aceptarnos es lo positivo de todas estas emociones, pues todas son necesarias para poder estar completos.

“Sigue a tu corazón, pero lleva contigo a tu cerebro” Alfred Adler

Sobreviviremos al próximo lunes… si afrontamos el miedo a nuestras propias emociones.

Nuevamente los invito a escribir cualquier duda, comentario, aclaración a mi correo alfredo.adj@gmail.com