Tepehuanas sueñan con igualdad entre hombres y mujeres

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  • No son tomadas en cuenta para participar en cargos tradicionales.

Graciela Rosales/La Voz de Durango

Un día, las mujeres podremos ser gobernadoras, ocupar cargos tradicionales y subir al templo mayor en San Bernardino de Milpillas.  Ese es el sueño de Verónica Simental Ramírez, al reconocer que las mujeres tepehuanas son las más discriminadas, las más maltratadas y las más olvidadas.

Con su vestimenta tradicional, Verónica se muestra orgullosa de ser mujer, participa en el foro de consulta ciudadana para la integración del Programa Nacional para la igualdad entre Hombres y Mujeres (Proigualdad 2019-2024) y se afana en trabajar para que las mujeres de su comunidad, vivan de manera diferente.

“Allá en mi comunidad, las mujeres tepehuanas son más las discriminadas, maltratadas y olvidadas, le entramos al trabajo del hombre con el machete y el azadón, en cambio ellos quieren que se les atienda como reyes, no levantan ni un plato de la cocina, pero nosotros sí ayudamos en todo”.

Ella piensa que debe terminarse la desigualdad entre hombres y mujeres, y por eso ha participado en diferentes foros sobre los derechos de las mujeres, le interesa ver cómo viven otras mujeres y comparar esas experiencias de vida con lo que han vivido las mujeres tepehuanas que, desde hace muchos años, han tenido violencia y desigualdad económica.

“Carecemos de todo y sufrimos de todo, porque somos una comunidad muy marginada y pues allá, las personas no tienen educación, si los que tienen educación son machistas, imagínese allá, hay hombres que tienen hasta dos mujeres en la misma casa, en ocasiones hasta son hermanas, ellos tienen voz, voto y mando y las mujeres no tienen nada”.

En las tradiciones no son tomadas en cuenta, no participan en la elección de un gobernador tradicional, solo los hombres; en el altar de San Bernardino, no pueden subir al altar mayor, solo los hombres.

En los cargos tradicionales no pueden participar, “acá por el lado de El Mezquital ya hay mujeres gobernadoras y juezas y algún día no muy lejano, tal vez en San Bernadino de Milpillas se nombre a una mujer gobernadora, tal vez un día los hombres respeten a las mujeres y tal vez un día seamos iguales”, sentenció.