Las condenas fuertes de hasta 20 años de prisión y que exista un Centro de Justicia especializado en niños, niñas y adolescentes ha contribuido a frenar delitos de esa índole.
Aarón Quiñones/ La Voz de Durango
La directora del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en el estado, Rocío Azucena Manzano Cháidez, afirmó que más que un aumento en la incidencia de abuso sexual en personas menores de edad, lo que ha crecido es la confianza para denunciar. Es un tema muy difícil, porque generalmente de 10 casos, nueve son causados por alguien cercano a la familia.
La funcionaria estatal subrayó que las víctimas del delito se encuentran en la disyuntiva de denunciar o no porque aparecen muchas presiones y valores de tipo familiar mal entendidos de no denunciar y ha sido un gran logro la creación del Centro de Justicia para Niñas Niños y Adolescentes.
Ese instituto es un lugar en donde desde que se llega está la presencia de todas las instancias que investigan, persiguen y castigan a todas las personas que hayan cometido cualquier tipo de abuso con una persona menor de 17 años, ahí mismo se le brindan todos los apoyos que se requieren desde el punto de vista psicológico como legal.
El hecho que se haga público que existe el centro y de que las penas corporales para la gente que comete esos delitos son reales y son severas, no es un juego, son condenas de 10 a 20 años cuando ya que se ha comprobado y así lo ha dictaminado un Juez que son culpables, todo eso contribuye a frenar el que se sigan cometiendo delitos de esta índole.
Además, como institución la contribución que se piensa puede permear a través del trabajo que se hace en la Dirección de Valores, las pláticas que se tienen con padres de familia y con familias los haga reflexionar y fortalezca un poco más el respeto a los niños y adolescentes.