- Intentar meter a los gobernantes al mercado, es perder dinamismo y libertad que se tiene que generar para que las cosas y condiciones se puedan dar.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
En una economía en donde las cosas puedan transformarse realmente, la sociedad civil y el sector empresarial, no deben co-depender del gobierno, ¡pero para que las cosas puedan funcionar tiene que colaborar la empresa con la academia, el gobierno y los empresarios, declaró Fátima Montiel, exvicepresidenta del Consejo Directivo del Centro Empresarial de Durango.
La también ex tesorera nacional de Empresarios Jóvenes de la Coparmex México, dijo que el asistencialismo se termina en el momento en que la academia les enseña a resolver problemas de manera autónoma y a generar un valor en el mercado y no co-depender, porque además no hay forma que se pueda estar manteniendo una comunidad co-dependiente del estado.
La Comisión Nacional de Empresarios Jóvenes a través de la Federación Iberoamericana de Empresarios, que es la organización más grande de América Latina y que es dirigida por mexicanos, en donde “les enseñamos cómo pueden generar productos y escalarlos en América Latina, para ello es necesario estar conectados a cadenas de suministro internacionales, y entender que se tiene un mercado muy fuerte en Iberoamérica e internamente se puede ofrecer un gran valor porque los productos mexicanos tienen mucha atracción en todo el mundo”.
Recalcó que es necesario que los productos no dependan del gobierno, al desaparecer Pro-México, muchas empresas que estaban comenzando a exportar, están preocupadas porque los ayudan y asesoraban en el trámite, pero existen organismos empresariales que los ayudan. El eco-sistema debe estar dirigido por el empresariado como debe ser.
Lo que se requiere es generar confianza entre los mismos empresarios, ser competitivos, no tener miedo al fracaso y tampoco se debe tener miedo a pensar diferente, hay que colaborar con personas que piensan diferente y definitivamente dejar de pensar que el Estado tiene que ser corresponsable de todo lo que sucede, el mercado debe ser dirigido por los empresarios.
La confianza no la puede generar nadie, más que los mismos empresarios y exigirle a los gobernantes que legislen y otorguen un Estado de derecho, y al intentar meterlos al mercado, se pierde dinamismo y libertad que se tiene que generar para que las cosas y condiciones se puedan dar realmente.