- Los padres esperan con ansias el día de regreso a clases.
Alejandro Valencia / La Voz de Durango
Durante las temporadas vacacionales se tiene la creencia que las familias aprovechan el tiempo libre para convivir y viajar, pero esto, se encuentra muy alejado de la realidad, de acuerdo con César Palemón Cázares Niebla, titular del Instituto Municipal de la Familia, el asueto se convierte en un detonante de estrés para los padres al esperar con ansias el día de regreso a clases.
Esto se descubrió durante las terapias que realiza el instituto a distintas familias desde los primeros días que fue creado, por lo que una pequeña parte de la población duranguense puede darse el lujo de planear un viaje.
“Lamentablemente no estamos conviviendo con las familias, las vacaciones no las usamos para convivir, es un periodo de ocio donde los padres ni siquiera tienen vacaciones, las vacaciones las tienen los hijos”, dijo.
Los padres al no tener vacaciones se ven obligados a dejar a sus hijos con personas de confianza o familiares para que los cuiden durante sus jornadas laborales, esto no pasaría si tuvieran el mismo lapso de descaso.
Sin embargo, Cázares Niebla señaló que no existe una justificación para que las familias no convivan durante la holganza, ya que no es obligatorio salir de la ciudad para reforzar los lazos, salir a caminar por el parque o el centro es más que suficiente, siempre y cuando sepan administrar el tiempo, incluso puede ser al interior de los hogares.
“Si preparas comida, prepárala con los hijos, si vas a limpiar la casa, hazlo con los hijos, de tal forma que haya algo de interacción, de plática, de convivencia, no dejes al hijo en la televisión, porque entonces no ayudaríamos a esa integración familiar, es mucho lo que perdemos”, señaló.