- Que las instituciones fomenten la confianza en los ciudadanos, para evitar la justicia de propia mano.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
Desde la más tierna infancia, los niños deben ser educados en valores y aprender al seno de la familia, el valor del respeto y de la vida; para evitar que en la vida adulta se cometan episodios tan violentos, como hacer justicia por mano propia y todavía exhibir el cuerpo sin vida de una persona en una plaza pública, opinó Noé Soto, vocero de la Arquidiócesis de Durango.
Es lamentable que se vaya perdiendo el respeto por la vida de las personas que aunque pudieron cometer uno o varios delitos y deben ser castigados por eso; el procedimiento lo establece la ley y las instituciones encargadas de hacerlo, están obligadas a salvaguardar la integridad física de las personas, aun cuando se trate de infractores.
Estas situaciones como la sucedida recientemente en la Plazuela Baca Ortiz, nos debe llevar a reflexionar sobre la degradación social y esas situaciones que se salen de control y que no son, ni deben ser normales, es necesario detener con una buena formación de valores, esos delitos atroces que estremecen socialmente.
El consumo de drogas, es un factor que incide en la comisión de delitos graves, muchas veces esas personas en su sano juicio no cometen las atrocidades que bajo el influjo de las drogas se producen inconscientemente, causando daños irreversibles.
Este hecho registrado hace nueve días, es motivo de reflexión, es un foco rojo que debe llevar a las familias a reforzar los valores como el respeto a la vida, a cada uno para no caer en el consumo de drogas o bebidas que propician situaciones que despersonalizan y que llevan a la comisión de actos delictivos.
No es correcto, -dijo- hacer justicia por propia mano, primero porque existen autoridades que actúan bajo un marco de derecho; segundo, porque podrían cometerse injusticias en personas inocentes y tercero, ante la falta de confianza de la sociedad en las instituciones encargadas de impartir justicia es necesario corregir el camino y actuar siempre bajo el marco de derecho y las buenas costumbres, por eso la importancia de la formación al interior de las familias.