Alrededor de 50 artesanas reciben constancia de su aprendizaje

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  • Cuatro duranguenses que trabajan sin sueldo, por amor a su tierra, Manuela Vargas Arzola, Socorro González Juárez, María Eugenia Chi Herrera e Irma Alicia Rosales de Lomas.

Graciela Rosales/La Voz de Durango

El emblemático Museo Francisco Villa, fue el marco de la ceremonia de fin de cursos y exposición Colectiva del Taller de Bordado Tradicional, en el que  más de 50 artesanas dieron muestra de la exquisita calidad de prendas elaboradas en una mezcla de colores y diseños que resaltan sus orígenes y el gran orgullo de su identidad duranguense.

Nacen de Durango las manos artesanas

En un evento emotivo, María Eugenia Chi Herrera, clausuró el Taller de Bordado Tradicional 2018-2019, para dar paso a la exitosa muestra colectiva, objeto de elogios y reconocimiento social, con estas palabras:

“Durango, tierra que cautiva y que enamora, tierra con arte, cultura, historia y tradiciones, con sus bellas joyas coloniales y sus hermosas mujeres que son embrujo de esta tierra; Durango mi príncipe esmeralda, sabes a aguamiel y hueles a geranio, de tus entrañas han surgido ya las manos de tus hermosas artesanas, manos que embellecen, que acarician, que besan, que sueñan que transforman, que crean y que enamoran”.

El equipo de trabajo del taller se integra por las maestras Irma Alicia Rosales de Lomas, Manuela Vargas Arzola, Socorro González Juárez y María Eugenia Chi Herrera, quienes de manera altruista y solo por el amor al bordado, llevan a cabo este taller desde el 2015.

Este taller de Bordado Tradicional nace con el firme propósito de rescatar promover y difundir las puntadas de hilván que consisten en formar, armar y distribuir figuras y dibujos con puntadas largas y cortas creando así verdaderas obras de arte, y utilizando como instrumento primordiales, el hilo, el aguja y la tela.

El punto de hilván, el deshilado,  listón satinado, tepehuano, espigilla, punto de cruz, hilo contado, punto noruego, cada una de estas técnicas están bordados en telares llamados también, muestrarios o dechados.

La tradición del bordado, en Durango data de muchos años, se tiene conocimiento que en el año de 1869, siendo gobernador Juan Hernández y Marín, instituyó que se dieran clases de bordado para la educación de la mujer, a esa técnica de bordado, se le conoce como puntadas populares, punto recto de azúcar y canela, punto llama, etc. Ésa, es la  herencia de los antepasados que se intenta rescatar del olvido, la idea es que la tradición de bordar pase de generación en generación, para orgullo e identidad de los duranguenses.

María Eugenia Chi Herrera, coordinadora del taller, explica que el bordado es también una terapia ocupacional en la que se rescatan valores y virtudes como la amistad, la equidad, solidaridad, respeto, responsabilidad, constancia, honradez; es compartir, valorar y realizar puntadas con amor y en esta edición quienes mejor representaron estas características fueron María Nidia Almodovar Rodríguez y María Isabel González, quienes recibieron reconocimiento especial.

 

PASARELA DE ARTESANAS

Uno de los momentos más espectaculares de este evento, fue sin duda la pasarela de artesanas en las que se incluyeron bebes, niñas, jovencitas, señoras y abuelitas, todas ellas portaron prendas elaboradas a lo largo de los seis meses que duró esta edición del bordado tradicional, blusas, chalinas, vestidos, en los que se apreciaron diseños coloridos y de gran calidad.

El bordado exquisito de las prendas, arrancó aplausos y porras del público asistente que  ya en ese momento, estaba interesado en adquirir dichas prendas, otros preguntaban por el siguiente curso de bordado, las abuelitas se acercaban a las modelos para ver las puntadas; en términos generales, fue una pasarela exitosa.

En el discurso final, la maestra Chi Herrera, recordó el significado del emblema del bordado tradicional, “párate derecha y orgullosa, sé feliz con tu belleza natural, crece sin miedo, no niegues la riqueza de tus frutos, da sombra a quien anda cansado en el camino, pero sobre todo, recuerda, nunca pero nunca, niegues tus raíces, el tepehuano, el huichol, el cora, el mexicanero, el tarahumara, esas raíces te harán fuerte y te darán alas para volar”.

Finalmente, cabe mencionar que en el evento estuvieron presentes autoridades del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED) y del Museo Francisco Villa, quienes con aplausos recibieron el agradecimiento de las artesanas por facilitarles el lugar para sus clases y su exposición.