Número de ciclones se elevará casi al doble

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AGENCIAS

CIUDAD DE MÉXICO.

Cada año México es golpeado —en promedio— por cinco ciclones y esto es algo normal; sin embargo, hemos detectado una tendencia al alza que hará que, con mucha probabilidad, en aproximadamente un siglo esta cifra se eleve a nueve, advierte Martín Jiménez Espinosa, subdirector de Riesgos por Fenómenos Hidrometeorológicos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Sobre este incremento, señala:

“Ello puede relacionarse con el cambio climático, porque estos ciclones se alimentan del calor, y si —como nos dice la teoría— el mar guarda un poco de éste y al mismo tiempo el ambiente se calienta a nivel global, eso explicaría su aumento en número o intensidad. Sin embargo, aún ignoramos por qué recurvan en el Océano Pacífico o por qué nos impactan por el Atlántico; ello será tema a estudiar y debatir por los expertos”.

Por esta razón, el doctor Jiménez subraya que debemos estar listos para encarar estos fenómenos por el mero hecho de su inevitabilidad. “No se trata de ver si uno nos golpeara (como muestran los números, al menos un par lo hará), sino de estar preparados para cuando suceda. Me gusta comparar esto con un sismo por darnos una perspectiva adecuada, pues nadie puede decirnos el día ni el lugar de gestación del próximo, ni tampoco su intensidad, pero ello no es excusa para no saber qué hacer una vez llegado el momento”.

Apenas el 15 de mayo el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció, durante una reunión en Zihuatanejo, que este año será más activo en cuanto ciclones, con un estimado de 33 (en el Océano Pacífico el promedio es de 15, pero este año se registrarán 19, mientras que en el Atlántico, donde la media suele ser de 12, en esta ocasión habrá 14), y de todos ellos nueve van a ser huracanes mayores, es decir con viento que pueden ir desde los 179 kilómetros por hora hasta superar los 250 (grados 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson).

“La gente suele pensar que es poco probable que nos impacte un ciclón y no podrían equivocarse más, porque eso sin duda pasará. Por eso lo más importante es ubicar en qué situación se encuentra su comunidad dentro del Atlas Nacional de Riesgos (mapa supervisado por el Cenapred), tener un plan de contingencia y estar atentos a todos los avisos emitidos por las autoridades”.

NATURALEZA EN MOVIMIENTO

Todavía hasta finales de los años 60, los huracanes se clasificaban en fuertes y débiles hasta que el ingeniero Herbert Saffir —inspirado en lo que hizo Charles Richter para clasificar los temblores— propuso una gradación que va del uno al cinco, según el impacto de los vientos, la cual fue perfeccionada por Robert Simpson, quien incluyo los potenciales daños causados por oleajes e inundaciones.

“Antes que nada es importante entender que un ciclón es una masa de aire cálido (se forma en el mar cuando la temperatura sobrepasa los 26°C) con vientos que se arremolinan en torno a un centro y que, según su velocidad, se dividen en tres tipos: si es menor a 63 kilómetros por hora se trata de una depresión y si es mayor, es una tormenta tropical; al rebasar los 118 hablamos ya de huracanes”.