- Queman durante la noche, enfrían en la mañana para distribuir en el día.
Josélo Fuentes Delgado/La Voz de Durango
A pesar de las denuncias y quejas de vecinos de la colonia J. Guadalupe Rodríguez, aún continúa funcionando un obrador que por lo menos realiza quemas una vez por semana, sobre todo en la noche para evitar que las columnas de humo sean detectadas.
Pero al día siguiente las viviendas vecinas amanecen con ceniza y tizne en patios y azoteas, la ropa que por error se queda en los tendederos, no se diga.
Después de varias denuncias telefónicas hechas a la redacción de La Voz de Durango, este medio acudió al lugar para dar testimonio del hecho, constando que el obrador operaba y sus propietarios sacaban una quema, esperando únicamente que el producto se enfriara, por ello la columna de humo era blanco y de menor densidad.
De acuerdo a la ubicación, este obrador se localiza en las calles Lázaro Cárdenas y donde termina la calle Venustiano Carranza, en la barda trasera del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), a pocos metros de donde se unen la colonia J. Guadalupe Rodríguez y la Hipódromo.
En el espacio que le queda de calle, o donde se supone debería ir banqueta, es utilizada por los propietarios para acumular materiales y cribar arena, limitando el ancho de la arteria para el paso vehicular.
Los vecinos señalan que van varias veces que reportan este lugar, pero ni los multan, ni les suspenden la operación del obrador, ignoran si recibe protección de algún funcionario, si está protegido por partido, incluso si es parte de algún industrial de la construcción porque llegan camiones pesados por las cargas con logotipos oficiales.