- Renovación de la fe y acercamiento con Cristo.
Por: Graciela Rosales / La Voz de Durango
Los católicos celebraron la misa de Fuego Nuevo, simbolizando la Resurrección, el acercamiento con Cristo y la renovación de la fe.
Al iniciar la celebración, se apagan todas las luces en el templo y se enciende el fuego nuevo para prender el cirio pascual que se extiende entre los asistentes que para tal propósito llevan sus cirios, que con las letras griegas “Alfa” y “Omega” representa a Jesucristo, como principio y fin del tiempo.
Después de la bendición del fuego, el sacerdote canta el Pregón Pascual, que es un poema muy antiguo y a través del cual se proclama a Jesús, para dar paso a las siete lecturas, empezando con la creación hasta llegar a la resurrección.
Una las lecturas más importantes es la del libro del Éxodo, en la que se relata el paso por el Mar Rojo, cómo Dios salvó a los israelitas de las tropas egipcias que los perseguían.
También se lee la Letanía de los Santos, con la que se recuerda la comunión de intercesión que existe entre toda la familia de Dios. El objetivo es propiciar la oración de toda la Iglesia en la tierra.
Cabe mencionar que muchas personas llevan recipientes con agua para que sea bendecida, el agua bendita es el símbolo del Bautismo por el que se convierten en parte de la familia de Dios.
En resumen, esta liturgia invita a renovar promesas y compromisos bautismales: renunciar a Satanás, a sus seducciones y a sus obras.