“LEBO secuestra decisiones que corresponden a la militancia”

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  • Llaman al PRI servilista y decadente.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), conformó las planillas de regidores y síndicos municipales bajo las mismas prácticas rancias de siempre, predominan las cuotas de poder y los cuates, se violan los estatutos y se relegan perfiles altamente competitivos y de probada lealtad y capacidad, declaró un grupo de jóvenes priistas inconformes.

Encabezados por Humberto Zurita López, indicaron que existen elementos suficientes para impugnar, dado que pocas o ninguna de las 39 planillas registradas, cumplen con los requisitos estatutarios, lo que las convierte en objeto de impugnación ante el órgano interno y la autoridad electoral correspondiente.

Los estatutos del tricolor son claros al señalar que debe privilegiarse la inclusión de militantes que representen a los sectores y organizaciones, con base en la representación con que cuenten en la circunscripción correspondiente (Art. 185).

Además, la participación de aquellos militantes que representen a sectores específicos de la sociedad y de las causas sociales, tales como personas con discapacidad, indígenas y grupos en situación de vulnerabilidad (Art. 193).

Zurita López, precisa que la conducción del presente proceso electoral deja de manifiesto que el presidente del PRI en el Estado de Durango ha secuestrado la toma de decisiones que debería recaer en la militancia, en sus cuadros y dirigencias.

“La ruptura de acuerdos, el manejo discrecional de las prerrogativas y la parcialidad en la participación política de la militancia que ha venido ejerciendo el presidente, Luis Enrique Benítez, tienen y mantienen al PRI en una crisis que se agrava cada vez más por su perversidad y afán de negociar con la derrota”.

Los jóvenes dijeron refrendar su lealtad a aquel PRI de la gente, de sus causas y de sus reclamos y nunca de este PRI actual, al que llamaron, servilista, decadente y que se ha convertido en un negocio personal de Luis Enrique Benítez Ojeda.

Por: Graciela Rosales Padilla / La Voz de Durango