Ya todo es tan impugnable que Carlos Medina Alemán va a terminar siendo el nuevo alcalde de Durango, ¡y sin hacer campaña!
Aarón Quiñones/ La Voz de Durango
Hoy como nunca antes, Durango está viviendo tiempos muy extraños en cuanto a la política, no existe en la memoria un proceso electoral tan machucado, desorientado y accidentado como el que enfrentamos y eso que aún no empezamos. Si señores de los partidos políticos, ni entre ustedes se quieren, menos han de querer ayudar a la sociedad. No se ponen de acuerdo para repartir el botín a “la presidencia” y aún no han llegado siquiera a la competencia, pero sus divisiones son tan obvias y su falta de calidad moral, ética y social condenan cada vez más a los organismos, yo creo sin duda alguna que estamos muy cercanos a que, como pueblo exijamos que ustedes desaparezcan y que nos quede el menor de los males, los “candidatos”.
En la columna pasada lo mencioné, y desafortunadamente acerté en mi pronóstico. Se los dije, Alejandro González Yáñez, nunca pierde, mejor dicho, “no le pierde $” …
Un hombre con esa habilidad y el colmillo más retorcido que las grutas de Cacahuamilpa se come enteritos en marrullerías al que le pongan, si a hasta a sus “compas”, los hermanos Cruz nada más no pudieron, aquí el único que le pone frente en lo maquiavélico es, ¿quién cree usted?… el mismísimo doctor Enríquez.
Señores analistas de la política del mundo mundial, díganme cuál político en este planeta puede hacer campaña mientras gobierna, señalen uno que no sea de una dictadura como la de Venezuela, Bolivia, Cuba o en su momento Chile, yo no tengo memoria de ello.
Aquí no se equivoquen y me vaya a querer regañar algún jefe de prensa que parecen más guardaespaldas que comunicadores, la ley le permite hacer muchas cosas al actual alcalde, eso ni dudarlo, pero es también la ley que nos permite decir lo que por LÓGICA es evidente. Ya se fijó un horario en donde de ocho de la mañana a cuatro de la tarde es funcionario, de ahí para adelante es candidato, vaya inteligente, cómoda, y facilitadora posición ha asumido y bien por él, al final de cuentas le dieron un limón y no perdió el tiempo haciendo limonada, hizo un vivero y ahora “vende piñas”.
La ley que en estos momentos es vigente para estos asuntos electorales sirve para una cosa… de pisa papeles, para nivelar mesas, venta por kilo al papel reciclado, etcétera. Esa ley es una burla triste, ridícula e indignante de la que todo mundo se mofa y se la pasa por el Arco del Triunfo. No hay un solo apartado que sirva de algo porque todo mundo hace lo que quiere.
Impugnación sobre impugnación, recurso sobre recurso, reglas onerosas burocráticas y tan fáciles de saltar como un kilo de tortillas. Tan solo el año pasado se denunciaron en Durango a nivel federal 118 delitos electorales, de éstos no hubo un solo detenido y si fue así lo soltaron a los 15 minutos porque las penalidades permiten de todo. Entonces si no es grave violar las reglas y los procesos para las elecciones, para qué tenemos FEPADE, INE e IPEC, si de todos modos no pueden, no van a hacer nada y no va a pasar nada.
Ya todo es tan impugnable, Carlos Medina Alemán va a terminar siendo el nuevo alcalde de Durango, ¡y sin hacer campaña!, con recursos y recursos y recursos. Sin embargo, aquí les va otro vaticinio, estas elecciones para alcaldes de los 39 municipios se resolverán la mayoría en los tribunales, si no me cree, de mí se acuerda cuando en agosto todavía no haya algunos alcaldes.