Por Omar García Rosales
La reciente obsesión de Walt Disney por transformar sus clásicos animados en películas live-action para mantener vigente sus franquicias, suma a su lista al pequeño elefante volador Dumbo, ahora bajo la dirección de Tim Burton.
La historia de Dumbo nos sumerge en el tren del circo WDP, lugar en donde las cigüeñas comienzan a llevar a diferentes animales bebés a sus respectivas madres. Aquí conocemos a la señora elefanta Jumbo, quien recibe de una cigüeña a su bebé, el cual tiene la peculiaridad de contar con grandes orejas, convirtiéndose en el centro de burlas de los otros elefantes apodándolo Dumbo. Con el circo nuevamente en funcionamiento, Dumbo es presa del rechazo y burlas de otros elefantes. A su vez, los visitantes del circo también hacen mofa de sus grandes orejas, ocasionando que su madre salga en su defensa, causando que sea considerada una amenaza para el público, por lo que terminan aislándola y encerrándola del circo.
Nuestro protagonista ahora solo, tiene la fortuna de hacer amistad con el ratón Timothy, quien ve cómo con sus grandes orejas éste puede volar, descubriendo así la llave del éxito de Dumbo quien se convierte en la atracción principal del circo.
Basada en la historia homónima creada por en Helen Aberson e ilustrado por Harold Pearl, Dumbo es una película sencilla y presentada de una forma muy directa. Con un protagonista mudo, pero que, gracias a la animación empleada, se logra transmitir a la perfección las diferentes emociones del elefante. Algo a destacar de la cinta, es el hecho de que no existe un villano, ya que los payasos se aprovechan del aspecto de Dumbo para sacarle risas al público sin buscar dañarlo ni física ni mentalmente y el dueño del circo sólo encierra a la Sra.Jumbo para mantener el control sobre los animales.
La película fue el cuarto largometraje animado de Walt Disney Pictures, quien se encontraba pasando por un mal momento debido a los altos costos de Fantasía y Pinocho, ambas de 1940 y consideradas en su momento como fracasos financieros. Dumbo recaudaría 1.6 millones de dólares, lo que ayudó a Disney a salvarse de una segura bancarrota.
Entre algunas curiosidades de la cinta, resalta el hecho de que Dumbo es el único protagonista de las producciones de Walt Disney que no habla.
Dumbo deja en claro que lo que a simple vista parece ser un defecto, no es en realidad un sinónimo de inferioridad. Ya que muchas veces las diferentes limitaciones pueden ser usadas para grandes propósitos. Y es que para lograr el éxito, no importa como los demás ven las cosas, sino como uno las ve y afronta.