- Hasta el momento se logra establecer que los hechos que se investigan son de tipo violento.
La Fiscalía General del Estado de Durango (FGED), informa en relación a los hechos donde perdieron la vida el abogado José Ricardo Carrillo Herrera y su esposa Esmeralda Rodríguez Delgado, en atención a las investigaciones realizadas desde el momento en que se tuvo conocimiento de su no localización hasta el 8 de febrero del año en curso, fecha que fueron encontrados sin vida.
Se procedió a activar los protocolos de búsqueda y localización de personas desaparecidas y/o no localizadas, siguiendo las diversas líneas de investigación que fueron surgiendo a lo largo de los días, investigando minuciosa y detalladamente cada dato aportado por sus familiares y gente cercana a su entorno.
En el resultado de las diversas diligencias realizadas por la Fiscalía, en específico de la Policía Investigadora de Delitos (PID) y de la Dirección de Servicios Periciales, bajo el mando del Ministerio Público, titular de la Unidad de Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas, se desarrollaron de manera exhaustiva y profesional operativos terrestres y sobrevuelos, en lugares estratégicos a los que fue conduciendo la investigación dentro y fuera de la ciudad, descartando en los primeros días el reporte de que dos personas estuvieran privadas de su libertad en un domicilio al oriente de la ciudad, realizando diversos cateos, lugares a los que se acudió con apoyo de fuerzas castrenses, confirmando que dicho señalamiento carecía de veracidad.
Otra línea de investigación que fue descartada después de agotar las indagatorias correspondientes fue un probable secuestro o extorsión, debido a que algunas personas aprovechando su vulnerabilidad, lograron timar a la familia en una ocasión, siendo frustrado un segundo intento por parte de la FGED, lográndose esclarecer que las llamadas extorsivas provenían del estado de Veracruz.
De los últimos datos obtenidos respecto a los lugares donde fueron vistos por última vez, así como de la información recabada de los trabajos de inteligencia, se procedió a dirigir los operativos de búsqueda con rumbo a la carretera libre a Mazatlán.
El 8 de febrero de 2019 con auxilio de “drones”, se logró la localización en el fondo de un barranco a una profundidad de 102 metros, a la altura del kilómetro 32 de la carretera libre a Mazatlán, en el ejido conocido como Río Chico, del vehículo en que viajaban el abogado y su señora esposa al momento de su desaparición, confirmándose que al interior se encontraban los dos cuerpos sin vida, realizándose en el lugar las diligencias necesarias por parte de personal de la Fiscalía, con auxilio de la Dirección Municipal de Protección Civil (DMPC) y Policía Federal (PF).
Por su parte, el Servicio Médico Forense (Semefo), una vez practicado el correspondiente protocolo de necropsia, determinó que la causa de muerte para ambos fue conjunto de traumatismos.
El lunes 18 de febrero se recibió por parte de la Policía Federal, el Parte Informativo de Accidente, en relación a las circunstancias del hallazgo del vehículo del matrimonio Carrillo Rodríguez, en el que se señala que no hay elementos suficientes para determinar la trayectoria y modo en que el vehículo cayó al barranco.
Hasta el momento se logra establecer que los hechos que se investigan son de tipo violento, sin poder determinar aún las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que acontecieron los hechos desde su desaparición y hasta el momento en que fueron localizados sin vida.
Por parte de la FGED se continúa la indagatoria y demás diligencias necesarias para la obtención de nuevos datos de prueba que permitan avanzar en las investigaciones.
La fiscal del Estado, Ruth Medina Alemán, reitera su compromiso con la sociedad de trabajar con transparencia en la investigación de hechos posiblemente constitutivos de delito, con apego a la legalidad y respeto a los derechos de las víctimas, y reitera su disposición de revisar con la barra de abogados litigantes interesados, la carpeta de investigación, previa autorización de los familiares del matrimonio Carrillo Rodríguez, a fin de no vulnerar la secrecía de la investigación.