Por: Adalberto Contreras
Juego de Estrellas NBA ¿Por qué ha dejado de causar interés?
El pasado fin de semana, se llevó a cabo la edición 2019 del Juego de Estrellas de la NBA. Un evento que conjunta a los mejores jugadores de la liga más poderosa del mundo. Durante 3 días, los basquetbolistas compiten por ganar distintos galardones. Se concursa por el premio al jugador más habilidoso de la Liga, se compite por el reconocimiento al mejor lanzador de tiros de 3, el concurso de clavadas otorga el trofeo al campeón que mejor utiliza su creatividad y habilidades atléticas, se llevan a cabo 2 partidos, uno entre celebridades y otro en donde participan estrellas jóvenes del mundo contra los nacidos en Estados Unidos. Todo parecía indicar que sería un verdadero espectáculo. Una jornada que aglutinó a lo mejor de lo mejor, y al parecer el show estaba garantizado, sin embargo, como ha sucedido en los últimos años, el fin de semana de las estrellas NBA ha quedado a deber.
Sin afán de romantizar los juegos de estrellas que se celebraron en los primeros 10 años del siglo XXI, y sobre todo los partidos correspondientes a la década de los 90’s, desde mi perspectiva puedo argumentar que los eventos de los años citados resultaban un deleite y era una fecha ampliamente esperada por muchos aficionados. En la actualidad, los juegos de estrellas se han vuelto una vil cáscara. No hay defensa en lo absoluto, la mayoría de jugadas se vuelven un concurso de triples y francamente hasta tedioso se hace dedicar algunas horas para ver a los jugadores que se la pasan bromeando y riendo sin el más mínimo sentido de real competencia. Marcadores de más de 150 puntos por cada uno de los equipos. Evidentemente el presenciarlo en vivo deberá ser cosa de otro planeta, pero el verlo en televisión o alguna plataforma digital, en lo personal me parece una pérdida de tiempo.
La NBA ha buscado darle un giro al formato, combinando jugadores de ambas conferencias y nombrando a un capitán que hace una especie de selección como cuando jugábamos retas en las canchas de la cuadra. Parece que eso le puso un poco más de competitividad, pero siento que aun así no se logra comprometer a los jugadores a dejar un poco más de su talento en el partido. Es entendible por dos razones; la primera por evitar alguna lesión que arriesgue su futuro inmediato, la segunda por la falta de identidad que envuelve a la Liga desde que se comenzaron a armar los súper equipos. Están desapareciendo las rivalidades que antes permeaban de pertenencia a cada equipo. El portar un jersey significaba algo más que un contrato millonario, y veíamos, incluso en los juegos de estrellas, una rivalidad potenciada en los play off. Ojalá vuelva esa vorágine de antagonismo que tanto disfrutamos los que vimos a la NBA en su época dorada. NUNCA DEJES DE BOTAR EL BALÓN.
