Por: Susan Medina
Estimados lectores, es un placer saludarlos como cada semana.
Hace algunos días se nombró al titular del Centro de Desarrollo del Deporte, órgano responsable del deporte en la Universidad Juárez del Estado de Durango. La designación recayó en un profesional de la cultura física y el deporte. Sin duda, saber a dónde vamos y dónde queremos estar son dos puntos imprescindibles para trazar planes de acción. El deporte en la UJED ha pasado por altibajos, que van desde los directores a cargo, sus gestiones y las instalaciones deportivas juaristas. El CEDDU ha crecido y el deporte universitario también, desde que dejó la pequeña oficina ubicada en el Edificio Central hasta ocupar las instalaciones actuales de la Unidad Deportiva del Colegio de Ciencias y Humanidades UJED. Los directores no se quedan atrás: desde personas que realizaron agresiones físicas y verbales a los académicos universitarios, pasando por pioneros en el deporte infantil juarista hasta dirigentes que llevaron a la Máxima Casa de Estudios a los 12 primeros lugares en la magna competencia entre universidades mexicanas: la Universiada Nacional. Quienes han vivido la maravillosa experiencia de portar un uniforme deportivo con la firme intención de dejar el alma en la cancha, la pista o el tablero saben de las condiciones en las que se compite en otros estados. La infraestructura deportiva de estados como Nuevo León, CDMX o Yucatán deprimen a cualquier atleta que regresa a su tierra de alacranes. La UJED se ha mantenido rezagada en el rubro de instalaciones deportivas. La realidad es triste pero los atletas de nivel superior entrenan en las instalaciones deportivas de las escuelas juaristas de nivel medio superior, algunos otros en las instalaciones de gobierno. El tiempo sobre una cancha es finito y la demanda sobrepasa la disponibilidad. Cabe mencionar la importancia y olvido de los atletas juaristas adscritos al Campus Laguna. Región que por su cercanía con Coahuila es de importancia por la riqueza de universidades públicas y privadas con actividad deportiva. La competencia siempre obliga a elevar el nivel de esfuerzo y calidad de entrenamiento. La identidad se discute entre diablos y pumas. Si bien los colores usados de antaño y la porra fueron tomados de la Universidad Nacional Autónoma de México al igual que lo hicieron otras universidades autónomas, considero necesario marcar la línea y recordar con orgullo la esencia estudiantil del Instituto Juárez. Nuestros ajedrecistas se enfrentan sin miedo en el tablero a los mejores exponentes de la UNAM y nuestros futbolistas también. A esta lista podemos agregar a los boxeadores y a los tenistas. Y a muchos más que se destacan en otras áreas. ¿Cómo se grita un “Goya” en la premiación cuando se tiene a lado a atletas con tus colores, tu porra y tu mascota? Los retos por alcanzar para la UJED en materia deportiva deben ser del tamaño del valor de sus académicos al luchar por la autonomía y la democracia. Es tiempo de hacer historia en la infraestructura, la identidad, el desarrollo de fuerzas básicas y resultados. Espero sus comentarios en arbitrosusan@hotmail.com