La feria, ese dolor de cabeza…….
O dolor de muelas, pero la feria llamada pomposamente “nacional”, va a generar otra molestia en el gobierno, en los partidos políticos, en los opositores al gobernador y en la sociedad. Se la quieren entregar a un patronato con mezcla de intereses grupales y personales y tendencia al subterfugio, elegido para que dé resultados que de antemano sabemos, en la feria los resultados se maquillan. Si son empresarios, Dios nos agarre confesados y si son ciudadanos emergidos de algún consenso, pues ya se sabe que tienen un corte incondicional, pero cuya honestidad será objetable.
La feria debe seguir en manos del gobierno, es el gobierno quien debe decidir el nombre del presidente y a su vez, el presidente debe estar libre de sospecha y de negocios personales con funcionarios o dependencias.
¿Y un ciudadano ejemplar, recto y honorable?
No puede ser uno de esos presidentes empresariales que todos los días declaran algo, pero cuyo prestigio social está empañado y sin embargo, éstos ya se frotan las manos ávidos de hacer negocios y lograr concesiones. Sería una lástima que no se pueda encontrar esa aguja en un pajar y sería un verdadero desastre que el gobierno perdiera esa posición. La feria es una ventana abierta, da poder e imagen, es el sello de un gobierno innovador y desarrollista. Poner un patronato con mezclas de intereses sería sinónimo del querer desentenderse de un evento popular, para la gente, para incentivar el turismo y proyectar una imagen limpia. Perder esa oportunidad al menos.