- Caída abismal del sector turístico.
- La ocupación hotelera al 10%, pero se han registrado días en cero.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
Nadie dimensionó las consecuencias de un hecho sin precedente; la caída abismal que sufren las empresas el sector turístico y del sector productivo en general, tendrán repercusiones por muchos años, señaló Jaime Mijares Salum, consejero nacional de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco).
El también empresario del ramo turístico, dijo que sabían que habría consecuencias, pero no a tal grado, desde hace un par de semanas, la ocupación hotelera fluctúa en un 10 por ciento, pero se han registrado días con cero clientes.
Entre los restaurantes, muchos han cerrado, la mayoría no tiene clientes ni recursos necesarios para cumplir con sus obligaciones, el tema es realmente preocupante por las consecuencias económicas que van a afectar no solo al sector turístico sino a muchos sectores productivos, difícilmente las empresas tienen el flujo para poder hacerle frente a la responsabilidad de pagar impuestos.
El gobierno no ha generado incentivos para al menos dar cierta tranquilidad de que se cuenta con plazo para pagar, el gobierno federal sigue insistiendo en sus proyectos y en decir que no pasaba nada, al final el dinero no se está moviendo y ninguna empresa tiene los recursos suficientes para hacerle frente a sus declaraciones y pago de impuestos.
Aun cuando los empresarios quieran cumplir con esta obligación, en la práctica hay que poner los pies sobre la tierra y saber que estas empresas no tienen recursos, va a ser una repercusión mayor porque será en cascada, ya que habrá empresas que no puedan cumplir y se meterán en problemas por la falta de una política económica que apoye en lo más fuerte, que es el Impuesto sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA), así como las declaraciones de impuestos, personal y de empresas.
Sin duda las consecuencias serán graves y el gobierno sin una planeación, va a perder esa capacidad de tener recursos para hacerle frente a los problemas de salud.
Finalmente, Mijares Salum señaló que es un círculo vicioso en donde no hay flujo económico ni capacidad de las empresas para el pago de impuestos, y lo ideal sería que ese flujo se utilizara en al menos garantizar a todos sus colaboradores sus ingresos para subsistir este periodo que es incierto y que se habla de una duración de la contingencia sanitaria de dos o tres meses.
