MTF. Alfredo Arévalo
Hoy comienza un nuevo año y con él vienen proyectos o metas que todos conocemos como «Propósitos»; cada uno de nosotros quiere realizar un cambio para conseguir un beneficio, ya sea tener mejor salud, mejorar la economía, conseguir un mejor puesto, estudiar… todo lo que en este inicio de año necesitemos hacer para estar mejor.
En un principio, este propósito de cambio viene con la ilusión de que será fácil, y al pasar el tiempo la dificultad para mantener esta nueva práctica se presenta; hay muchas personas que piensan que al mantener por 21 días esta nueva actividad se hace un hábito, pero no a todas las personas les funciona igual. Otras creen que el entrenarse para hacerlo es la mejor opción, y ésta consiste en algo que lo inicie (ponerse ropa deportiva), realizar la actividad, recibir un premio (ya sea que el cerebro libere endorfina o un premio por la actividad bien hecha).
Como dije anteriormente, puede que a algunas les funcione y a otras no, en lo personal considero que todo cambio, grande o chico, se inicia cambiando tres aspectos: Pensar, Sentir y Actuar. Partiendo de esto es más sencillo identificar los puntos que tenemos que modificar y como resultado se tendrá la realización del proyecto o meta.
Pensar
A lo largo de nuestra vida hemos formado una forma de afrontar retos pensando en la mejor solución, al momento de hacer proyectos esta forma aprendida en ocasiones nos sabotea. Por ejemplo, vas al nutriólogo y tienes tu menú y lo cumples al pie de la letra por una semana, luego comienzas a cambiar algunas cosas por otras con más sabor, esto es para no salir de tu estado de confort, luego de un tiempo el menú no funcionó y el propósito se fue.
Al identificar qué pensamientos son los que sabotean tus propósitos necesitas cambiarlos, puede darte miedo, desconfianza, creer que tú sabes, o, al contrario, creer que no puedes hacerlo, pero al saber eso es más fácil conseguir tus metas, cambiando tu forma de pensar.
Sentir
En ocasiones también nuestros sentimientos nos engañan, esto se debe a que no hacemos una introspección para conocernos a fondo, entonces sentimos cosas que no son reales, y al igual que nuestra manera de pensar se ha formado a lo largo de nuestra vida, en ocasiones tenemos un sentido de inferioridad que nos limita a intentar algo, o un sentido de superioridad que nos ciega, miedo, ansiedad, tristeza, etc.
Pero al igual que el pensamiento, nuestra manera de sentir la realidad puede cambiar, si analizamos los patrones que hacemos cuando fallamos encontraremos la manera de sentirnos diferentes ante las cosas nuevas y conseguir un cambio permanente a futuro que beneficiará la realización de proyectos y metas.
Actuar
Las tres partes van ligadas, no podemos cambiar una sin cambiar las otras dos, y al igual que las anteriores a lo largo de nuestra vida hemos formado la manera de actuar, y en ocasiones fallamos porque no queremos cambiar, muchas ocasiones nos decimos, «así soy, no puedo hacerlo de otra manera», pero es posible y esto te ayudará a conseguir lo que quieres.
Ahora sabiendo esto podemos pensar como siempre, «ya sé lo que tengo que hacer y no se ve tan difícil»…. Pues lamento decirles estimados lectores que es todo lo contrario, pues No será fácil, No será rápido, probablemente No te gustará, ¿entonces para qué hacerlo? Pues porque en algún punto de nuestra vida pensamos que ese cambio sería lo mejor, y la supercomputadora que tenemos en el cerebro analizó todas las opciones para decir que es un buen cambio, sin embargo, al final Tú decides, porque todo lo que pasa en nuestras vidas siempre es decisión nuestra.
¡¡¡Sobrevivimos al 2018!!!… y nos veremos el próximo lunes… pero cuestiona todo, para poder pensar, creer y sentir de acuerdo a nuestra convicción. Nuevamente los invito a escribir cualquier duda, comentario o aclaración a mi correo alfredo.adj@gmail.com