- Es necesario actuar en contra de los prejuicios, estigmas y estereotipos de género.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
El Instituto Nacional Electoral (INE), promueve mejoras en el protocolo para adoptar las medidas tendientes a garantizar a las personas trans el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación en todos los tipos de elección y mecanismos de participación ciudadana.
La mañana de ayer, se reunieron funcionarios del INE encabezados por el vocal ejecutivo, Matías Chiquito Díaz de León y la consejera Norma Pulido, del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), con integrantes de la comunidad trans a efecto de revisar el protocolo existente y en su caso enriquecerlo, con nuevas propuestas.
Explicaron que el punto de partida del diseño de nuestra democracia procedimental se basa en el reconocimiento de los derechos político-electorales de toda la ciudadanía, sin distinción alguna y en condiciones de igualdad, y en su participación efectiva en la vida pública a través del sufragio para elegir a sus gobernantes y decidir la conformación de la representación política nacional y local.
El ejercicio del voto es un derecho político y también una obligación ciudadana. Las diversidades sexuales, en especial las relacionadas con las identidades de género, las orientaciones sexuales y las expresiones de género, así como la apariencia de las personas, no deben significar impedimento alguno para el acceso y ejercicio efectivo de este derecho.
De tal manera que las credenciales de elector que surjan en el futuro, no contarán con la identificación hombre-mujer, toda vez que, para efectos electorales, todas las personas son ciudadanos.
Es indispensable que los poderes y las instituciones públicas nacionales en materia electoral adopten medidas concretas e inmediatas para eliminar las prácticas discriminatorias por razones de identidad y/o expresiones de género que afectan negativamente el ejercicio de los derechos político-electorales e impiden la emisión del voto de la ciudadanía trans.
En este sentido, desde la exigencia igualitaria, es necesario actuar en contra de los prejuicios, estigmas, estereotipos de género y las barreras procedimentales, sociales y culturales que derivan en discriminación y obstaculizan la participación política de este grupo de población.