Ideario

Por Azu Macías

Ser libres tiene un costo… la libertad de elección es igual a una página en blanco en la que se escribe la columna de opinión de un periódico: nadie dice cuál “debe” ser el tema, el escribiente debe decidir el giro que dará a cada historia a la expectativa de que guste o no a los lectores. Aunque la libertad parezca algo que todos anhelamos y de lo que se reflexiona constantemente, parece ser que muchas veces la rehuimos.

Nos encontramos a nosotros mismos quejándonos de ciertas cosas en nuestra vida: deseamos un trabajo que nos dé más dinero y donde nos reconozcan, una pareja que no nos haga sentir atrapados, un nivel financiero que nos dé más poder de adquisición, pero cuando tenemos la libertad de hacer aquello que deseábamos pareciera que volvemos a buscar un ancla.  Es que la libertad conlleva responsabilidad, aquella de aceptarnos a nosotros mismos a través de renunciar a ser lo que se esperaba que fuéramos así como también de responder a las consecuencias que provengan de nuestras elecciones.

Curiosamente cuando hablamos de consecuencias tendemos a imaginarnos todos los aspectos negativos que pudieran resultar de una elección determinada, sin embargo las consecuencias pueden ser positivas tanto así que incluyan la felicidad como destino, ¡Qué maravilla! Pero aunque podría pensarse que todos quieren ser felices, que esa necesidad de felicidad y búsqueda de bienestar está alojada en lo más profundo de nuestro ser y nos hace salir delante de las dificultades, también nos hace sentirnos poco merecedores de ella.

Posiblemente en ciertos momentos de la vida nos asemejemos a la historia de Jonás: ocultos en la boca de una ballena por miedo a cumplir nuestro propósito de grandeza que implicaría renunciar a la forma que tenemos de ver las cosas. Escapamos a veces de nuestro éxito, de nuestra propia grandeza, a esto Abraham Maslow lo denominó precisamente: Complejo de Jonás, ése que nos hace escondernos de nuestras propias potencialidades y convencernos de que seremos incapaces de lograrlo, dudando que tengamos lo necesario para la tarea. Habrá que salir del escondite como Jonás de la ballena, que se asemeja en la metáfora del ser inmenso que nos traga a nuestra propia personalidad repleta de moldes, miedos y limitaciones aprendidas en cuya oscuridad de la rigidez debemos buscar la salida.

Para salir de ahí, necesitamos enfocarnos en la necesidad que nos llevará a ir por la grandeza; si es una necesidad que solo sirva para cubrir cosas materiales posiblemente nos quedemos escondidos, ¿para qué buscar grandeza si desde un lugar cómodo se pueden alcanzar? Las necesidades que requerimos buscar en ese lugar para que nos den luz de salida están relacionadas con algo más intangible y por lo tanto de mayor dimensión humana como lo son: la armonía, la justicia, la bondad, la autosuficiencia, la verdad o darle un significado a nuestra existencia, pensar no en lo que falta sino en lo que se puede alcanzar.

Cada ser humano debe contemplar no solo las profundidades sino también las alturas a las que puede llegar, para ello requiere crecer y al crecer se puede lograr emanar el potencial, comprometiéndose con uno mismo y a la vez con algo más grande que uno.

Related Articles

[td_block_social_counter facebook="tagdiv" twitter="tagdivofficial" youtube="tagdiv" style="style8 td-social-boxed td-social-font-icons" tdc_css="eyJhbGwiOnsibWFyZ2luLWJvdHRvbSI6IjM4IiwiZGlzcGxheSI6IiJ9LCJwb3J0cmFpdCI6eyJtYXJnaW4tYm90dG9tIjoiMzAiLCJkaXNwbGF5IjoiIn0sInBvcnRyYWl0X21heF93aWR0aCI6MTAxOCwicG9ydHJhaXRfbWluX3dpZHRoIjo3Njh9" custom_title="Stay Connected" block_template_id="td_block_template_8" f_header_font_family="712" f_header_font_transform="uppercase" f_header_font_weight="500" f_header_font_size="17" border_color="#dd3333"]
- Advertisement -spot_img

Latest Articles