>El colectivo de artistas integrado por Michelle Galaviz, Guillermo , Leonardo y Christian Jesús Castro Guzmán, comparten su experiencia de elaboración sobre el complejo mural terminado
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
La sala de archivos del Centro del Conocimiento y las Artes (CECOART) se encuentra prácticamente decorada por la intervención del mural denominado “Todos”, alusivo a una serie de retratos reales y de ficción integrados para rendir una especie de homenaje a la comunidad duranguense y a los diversos personajes que representan la cultura de la misma.
Michelle Galaviz, José Guillermo Martínez Rochín, Luis Leonardo Ortega y Christian Jesús Castro Guzmán, son los autores de esta obra de arte que engalana los muros del ahora archivo (antes biblioteca) del CECOART, un espacio moderno ubicado al poniente de la ciudad, en el que decidieron intervenir como una oportunidad para dejar huella de su talento y creatividad.
En entrevista a La Voz de Durango, los cuatro artistas, que a propósito, han sido responsables de la imagen artístico-publicitaria de las ediciones 2017 y 2018 del Festival Revueltas en nuestro estado, apuestan constantemente a tendencias pictóricas contemporáneas con el propósito de crear diferencias no sólo en cuanto a expresión se refiere, sino a la atracción de nuevos públicos espectadores y por qué no, críticos, que se dejen envolver por esta propuesta inédita que rinde homenaje a personas comunes de nuestro entorno.
“Se llama Todos, lo que quisimos pintar obviamente no es pintar a todos porque no caben, pero, sí integrar a muchas personas poniendo como importante lo que para nosotros engloba ser un trabajador social, un pintor, o sea, personas que para nosotros son importantes en nuestra vida y hacen de la sociedad algo porque normalmente en los murales vemos que pintan a personas destacadas o reconocidas, entonces, ahora quisimos darles importancia a las personas que están detrás de este rollo y que sin ellas no existiría nuestra comunidad”, expresa José Guillermo Martínez Rochín.
“Son personas que se incluyen directa e indirectamente en nuestra cotidianeidad, a raíz de esta cotidianeidad se forma un núcleo, que son nuestros ojos como artistas y eso influye para crear una plástica o discurso; hay personajes que no son de aquí pero incluyen en nuestra visión de cómo hacer pintura o dibujo y están aquí plasmados”, expresa Christian Jesús Castro Guzmán.
Dividido en dos segmentos por la propia estructura arquitectónica del lugar, el mural destaca de manera precisa, una serie de tendencias figurativas que surgen de la realidad y que se mezclan con elementos oníricos.
Al fondo de la obra, aparecen los rostros de más de un centenar de personajes de la cultura duranguense y universal, entre artistas, compositores, transeúntes, personajes imaginarios, creativos, profesionistas, estudiantes, caricaturas, amas de casa, niños y personas de la tercera edad, por citar algunos, que en el propio mural, invitan al espectador a leer y releer sus expresiones.
“La composición se dio de una manera orgánica, fuimos trabajando conforme a la marcha, y, en realidad como también como los personaje no tienen una jerarquización, tampoco la tienen de composición y tamaño, ni cronológicamente, son personas de diferentes tiempo, las técnicas también, es todo mixto, igual, nuestro ojo mismo, va viendo donde completar los espacios, la composición no tuvo una planeación o bocetaje previo. Siempre que veo el mural, pienso que las personas que ven con ojos nuevos, es como un libro, hay que releerlo y encontrarán algo nuevo, y realmente algo que ya estuvo desde el principio, es como irse sorprendiendo cada vez que lo ve, y viene dentro de esta magia”, dijo Michelle Galaviz.
Realizado con pintura acrílica, óleo y grafito, este trabajo inédito viste el espacio de vida. Cada trazo, cada línea, cada color, cada geometría, son el resultado de un arduo trabajo en equipo que llevó un periodo de más de 6 meses para su consolidación.
“Ya sabemos como trabajamos, ya nos conocemos tanto personal y en cuanto a procesos plásticos se refiere; y, más bien, para hacer el mural, jugamos con esa libertad en la que cada uno hiciera lo que quisiera y como pudiera y sabe hacerlo para después, conforme a la marcha, ir hermanando o complementando algún elemento o personaje con otro tipo de tratado para que haya una onda medio cómica. Como por ejemplo, puede haber una persona muy chiquita en el hombro de alguien o una persona de color azul, entonces, ese tipo de manos diferentes hace que sea un poco divertido el mural”, dijo Luis Leonardo Ortega.
Finalmente, los cuatro artistas coincidieron en que muy pronto habrá de develarse a la comunidad duranguense la citada obra.