>Un gran concierto en homenaje al célebre compositor argentino se llevó a cabo durante la noche del jueves 9 de octubre en el IBA-UJED.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
La Orquesta de Cámara de la Universidad Juárez del Estado de Durango (OCUJED) compartió un gran deleite musical durante el concierto especial en homenaje al compositor argentino Astor Piazzolla (1921-1992), la noche de este jueves 9 de octubre.
Fue el patio principal del Instituto de Bellas Artes de la máxima casa de estudios (IBA-UJED) el escenario idóneo para hacer un recorrido por obras de este gran virtuoso compositor que se destacó por su estilo original y por su resiliencia artística desafiando los obstáculos y el pensamiento de una sociedad aparentemente conservadora.
Bajo la dirección del maestro Miguel Ángel Burciaga Díaz, el concierto trajo consigo un cúmulo de 12 piezas de Piazzolla que fueron brillantemente ejecutadas, no sin antes, compartir algunos inicios del compositor para entender un poco el contexto musical.
“Piazzolla fue una figura muy particular en el mundo. Es probablemente el compositor argentino más famoso de todos los tiempos y uno de los más importantes del siglo XX a nivel universal. Desde muy temprana edad se interesó por el tango. Desde niño tomaba pequeñas clases de piano y de bandoneón, aunque por azares del destino, él migra con su familia siendo niño a Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Nueva York.
Allí conoce a Carlos Gardel, que iba a filmar muchas películas por allá y se cuenta que Gardel lo llegó a escuchar tocar el bandoneón y le decía: “Tocas bien, pero suenas como un yanqui… Osea, no tienes la garra para ser tanguero”, pero afortunadamente, para la suerte de Piazzolla, cuando él tenía más o menos catorce-quince años, su familia retorna a Buenos Aires y ya más o menos en sus veinte años, le propone a su familia la idea de ser un músico profesional, pero el papá no quería que viviera en el ambiente nocturno, bohemio, de mucho tugurio que representaba el tango, porque pues era un ambiente totalmente de parranda, de fiesta, un ámbito que no quería para su hijo y le dice: «Te dejo de ser músico, pero vas a estudiar seriamente la música», contó Burciaga Díaz.
Posteriormente, compartió que Piazzolla se embarcaría en el estudio de la música con Alberto Ginastera (1916-1983), quien fuera fundador de muchas instituciones musicales, además de ser un gran director orquesta y por ende, el primer maestro de composición del músico homenajeado, siendo éste la guía para que surgiera esa imperiosa necesidad de representar el ámbito urbano porteño tocando de manera formal el bandoneón.
“Formalmente iba a estudiar en un conservatorio, en una universidad. Entonces, consigue un trabajo nocturno cuidando un estacionamiento como vigilante de las casetas, como ahí no les llamaba nadie y estaba muy oculto, se ponía a practicar el bandoneón y fingía que tenía un turno nocturno nada más porque era cuando se iba a practicar el bandoneón con Aníbal Troilo (1914-1975), que es uno de los compositores e intérpretes de tango más importantes de Buenos Aires.
Ahí es donde aprende a tocar el bandoneón, ahí es donde aprende el verdadero estilo del tango. Y es ahí donde, conforme va avanzando, Troilo le permite empezar a hacer arreglos para su orquesta de tango, que a la gente no le gustaban, porque Piazzolla trataba de hacer para los arreglos del tango popular, el mezclar las cosas que aprendía con Ginastera. Entonces, terminaba siendo para la gente que iba nomás a bailar, a escuchar y a tomar un poco, éste, les parecía una música rarísima.
Sin embargo, a Piazzolla le gustaba darle este sello. Durante esa época empieza a componer sus primeras piezas que son tangos en forma, aunque no tenía el impacto que esperaba. Sin embargo, como avanzaba mucho con Ginastera, fue conociendo técnicas más modernas de la música clásica hasta que tuvo la oportunidad de viajar a París para perfeccionarse con una gran maestra de composición que era Nadia Boulanger (1887-1979), que era como una de las grandes eminencias de la formación de compositores”, afirma.
Es a partir de ahí donde Piazzolla se arriesga con sus ideas musicales y empieza a crear ese estilo fusionado que combina elementos de la música clásica con el tango, resultando un gran éxito.
El estreno de las obras de Piazzolla comenzó a tener impacto por todo el mundo, en Europa, Estados Unidos, Canadá y en los festivales más importantes, que no sabían a veces dónde colocarlo, porque no era música totalmente clásica ni música totalmente popular.
PROGRAMA DE LUJO
Entrando ya de lleno al programa interpretado, la OCUJED ejecutó las piezas “Oblivion”, “Adiós Nonino”, “Suite del Ángel”, “Libertango”, “Romance del Diablo” y finalmente, un cierre inmejorable, las “Cuatro Estaciones Porteñas”, la obra que, tal vez, podría considerarse como la más célebre dentro de los recintos académicos y paralelamente, reconocida a nivel internacional, con cuatro composiciones que fueron escritas entre 1965 y 1970, representando la esencia del tango en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Al finalizar, el público ovacionó fuertemente la interpretación de la OCUJED, consagrándose este evento como uno de los más importantes dentro de la temporada de conciertos 2025.
