>El Museo Regional de la UJED se viste tradiciones duranguenses durante el “Reencuentro de Identidad Universitaria”.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
En el marco del “Reencuentro de Identidad Universitaria”, el Museo Regional de Durango-UJED “Ángel Rodríguez Solórzano” o Museo El Aguacate, se viste de durangueñeidad al incorporar en su itinerario de actividades, las Noches de Leyendas y Mezcal, las cuales dieron arranque este miércoles 12 de marzo por la noche, ante una nutrida concurrencia que visitó las instalaciones para vivir la experiencia.
Cobijadas con el respaldo de la Compañía Korián, el Centro Artístico Analco y el propio staff del museo en cuestión, las noches se tiñeron de colores alegres y oscuros, al desenmascarar muchos de los mitos, historias, anécdotas, hechos sobrenaturales y estremecedores, así como vivas riquezas históricas, que gracias a su precisa narrativa, trasladaron a los visitantes a los confines de las épocas de antaño para recorrer los diferentes espacios del Durango antiguo.
Actores y bailarines de las compañías antes descritas, se ataviaron a la usanza del ayer, para reforzar la escena de verosimilitud a los relatos narrados por un anfitrión especial, un vigilante con sombrero y capa negra, quien a su vez, vino acompañado de un contingente de sombras que se encargaron de abrir y cerrar las puertas del inmueble al compás de los chirridos de las puertas antiguas de la casona enclavada en los cruces de Victoria y Aquiles Serdán, en el centro histórico.
Posteriormente y como complemento a la visita, los participantes accedieron a una rica degustación de alimentos, acompañándose de diferentes variedades de mezcal 100% duranguense, siendo éste, sinónimo de orgullo internacional.
Al finalizar las narraciones, Elia Torres Morelos, directora del museo, invitó a los asistentes a pasar la voz para que las noches de leyendas, así como la de estrellas en este recinto -que han sido un merecido éxito por la alta demanda que han presentado-, se difundan con el propósito de acercar a los visitantes, en especial, niños, para conocer este simbólico edificio vigía de la cultura duranguense que mantiene sus puertas abiertas para visitas guiadas o recorridos voluntarios en sus horarios de apertura.