- Firma 100 decretos en sus primeras horas.
- Donald Trump volvió este lunes a la Casa Blanca tras una investidura que, por primera vez en décadas, se celebró en el interior del Capitolio, contando con la presencia de líderes mundiales y magnates de Silicon Valley.
Agencias
Washington, EU.
Donald Trump regresó este lunes a la Casa Blanca tras una investidura que, por primera vez en décadas, se celebró en el interior del Capitolio, contando con la presencia de líderes mundiales y magnates de Silicon Valley, y culminó con la firma de un centenar de órdenes ejecutivas para revertir las políticas de su predecesor, Joe Biden.
Trump inició el día a las 8:30 hora local (13:30 GMT) con su esposa, Melania Trump, asistiendo a un servicio religioso en la iglesia episcopal de St. John, ubicada frente a la Casa Blanca.
Ese templo, al que tradicionalmente asisten los presidentes electos el día de su investidura, tiene un significado especial para Trump, ya que en 2020 posó allí con una Biblia en la mano tras el desalojo forzado de manifestantes que protestaban por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco.
Tras la ceremonia religiosa, sobre las 9:45 (14:45 GMT), la pareja se dirigió a la Casa Blanca para participar en el tradicional té y café con el mandatario saliente, Joe Biden, y la primera dama, Jill, un gesto simbólico de transición pacífica.
Posteriormente, las dos parejas viajaron juntas en el mismo vehículo hasta el Capitolio, donde Trump juró el cargo al mediodía en una ceremonia trasladada al interior debido al frío extremo, con temperaturas previstas entre -11 y -4 grados y una posible sensación térmica aún más baja por el viento y una tormenta de nieve que dejó la noche del domingo el suelo blanco.
Será la primera vez desde 1985 que un presidente jure el cargo dentro del Capitolio en lugar de en la escalinata, cuando Ronald Reagan (1981-1989) tuvo que hacerlo al inicio de su segundo mandato debido a las adversas condiciones meteorológicas.
En concreto, el acto se celebró en la rotonda del Capitolio, ubicada justo debajo de la cúpula del edificio, un espacio de gran valor simbólico que conecta el Senado y la Cámara de Representantes.
Allí, Trump pronunció su discurso inaugural, que define su visión para los próximos cuatro años, en un momento clave que es comparado con su polémico mensaje de 2017, cuando ofreció una visión sombría del país y prometió acabar con la “carnicería estadounidense”.
Por primera vez, asistieron a la investidura líderes extranjeros como el presidente de Argentina, Javier Milei, así como magnates tecnológicos como Elon Musk, convertido en un estrecho aliado de Trump.
Una vez finalizada la ceremonia, Biden y su esposa abandonaron el Capitolio para participar en un acto de despedida con su equipo en la base aérea de Andrews (Maryland), desde donde partieron hacia Santa Ynez (California) para unas vacaciones.
Mientras tanto, Trump y su vicepresidente, J.D. Vance, quien también juró el cargo, participaron en el tradicional almuerzo con legisladores en el Capitolio.
Debido al frío, no tuvo lugar el tradicional desfile desde el Capitolio hasta la Casa Blanca y, en su lugar, Trump se trasladó al estadio Capital One Arena, donde la noche del domingo celebró su “mitin de la victoria” y donde firmó algunas de las 100 órdenes ejecutivas que ha prometido rubricar en su primer día.
Trump firmó sus primeras órdenes ejecutivas en el Capitolio. Y sobre las 17:00 hora local (22:00 GMT), llegó a la Casa Blanca, donde continuó firmando decretos.
En el escritorio presidencial del Despacho Oval encontró con casi toda seguridad una carta de Biden, siguiendo la tradición de los presidentes salientes de dejar un mensaje a su sucesor con reflexiones y consejos para su mandato.
Por la noche, Trump y la primera dama asistieron a los tradicionales bailes inaugurales. El primero de ellos, el ‘Baile del Comandante en Jefe’, en el que la pareja protagonizó el primer baile y actuaron la banda de country Rascal Flatts y el cantante Parker McCollum.
