- Diputada impulsa iniciativa.
- Se busca garantizar el acceso a productos de higiene menstrual en los centros penitenciarios del estado: Delia Enríquez.
Durango, Dgo.
La diputada Delia Leticia Enríquez, del Congreso del Estado de Durango, ha presentado una relevante iniciativa que pretende mejorar las condiciones de vida de las mujeres en situación de reclusión en la entidad. La propuesta tiene como objetivo la creación de un programa especial que asegure el acceso a productos esenciales de gestión menstrual y analgésicos para las mujeres que cumplen condena en los centros penitenciarios de Durango, buscando dignificar su estancia y contribuir a un trato más humano.
En su intervención, Enríquez subrayó la necesidad urgente de generar políticas públicas que aseguren la provisión de estos productos de primera necesidad, señalando que «la menstruación no debe ser un factor que afecte la dignidad de las mujeres, ni tampoco puede ser una barrera que incremente su vulnerabilidad en una situación ya de por sí difícil». La diputada señaló que muchas mujeres en reclusión no tienen acceso a estos insumos básicos, lo que impacta negativamente en su bienestar y calidad de vida.
La iniciativa propone una campaña de recolección de estos productos en la que participe activamente la ciudadanía, con el fin de crear una red de apoyo que garantice que las mujeres en prisión reciban los suministros necesarios de forma continua. Esta propuesta también contempla la colaboración con organizaciones civiles y el sector privado para asegurar que el apoyo sea sostenido a largo plazo.
Además, Enríquez resaltó la importancia de la solidaridad social en este tipo de causas, invitando a la población a sumarse a este esfuerzo. “Este programa permitirá a la ciudadanía participar directamente en la mejora de las condiciones de vida de las mujeres en prisión, demostrando que la justicia social es un esfuerzo colectivo”, puntualizó la representante popular.
El Congreso del Estado debatirá próximamente esta iniciativa, que busca, según la diputada, ser parte de una transformación más amplia hacia un sistema de justicia más humano y respetuoso con los derechos fundamentales de las mujeres, particularmente de aquellas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad dentro de los centros penitenciarios.