La repugnante cobardía de un asesino
Por: Aarón Quiñones
Este domingo el periódico Contacto Hoy dio cuenta a través de sus redes sociales de la localización sin vida de una fémina en un rancho ubicado en el poblado 15 de Octubre por la carretera a México, ahí los familiares de la mujer de 57 años le proporcionaron información que hace pensar se trató de un asesinato por robarle distintas pertenencias, destacando la violencia utilizada para dañarla.
Este caso se suma al del sábado en un domicilio del fraccionamiento Milenio 450 de la capital duranguense, donde una mujer de 28 años de edad, supuestamente fue asesinada a puñaladas por su pareja sentimental y luego este intentó quitarse la vida usando la misma arma sin lograrlo y siendo rescatado por personal de paramédicos.
Este mismo fin de semana en el fraccionamiento Las Playas un sujeto atacó a su madre y hermana usando un arma blanca, a ambas las lesionó, pero pudo ser detenido por elementos de la Policía Municipal.
Hace unos días una simple riña en el estacionamiento de las instalaciones de la Feria de Durango derivó en el atropellamiento intencional de dos personas con la muerte de un paisano que vino a divertirse con su familia.
Hace unas semanas se confirmó también a través de este medio de comunicación la localización del cadáver de Ixchel Yadira, una mujer con reporte de desaparición de persona que finalmente se supo fue asesinada por su pareja sentimental y en complicidad con su suegro enterrada en un rancho de Canatlán, Durango.
La fiscal General confirmó durante una rueda de prensa la localización y detención del presunto asesino de un adulto mayor en calles de la colonia Zapata. Este sujeto fue ubicado en el estado de Colorado, Estados Unidos, y supuestamente ejecutó a su tío abuelo por la tenencia de unas tierras.
También la semana pasada la Fiscalía anunció la detención en Saltillo, Coahuila de Angel Surizaday “N”, presunto feminicida de Lupita, una joven madre de familia cuyo cuerpo fue abandonado en un automóvil en calles de la capital.
Este funesto y macabro recuento no viene más que a evidenciar una sola cosa, la descomposición como sociedad que Durango vive. La insensibilidad ante la violencia nos parece cotidiana, damos por sentado muchas situaciones que deberían de alertarnos, pero o las normalizamos o hacemos como si nada pasara.
Cuántas familias se han enlutado por estos hechos, no sólo la de quien fue asesinado sino la de los victimarios, muchos tendrán que irse de esta ciudad como la familia de Oscar, el feminicida de Ixchel Yadira o la madre y hermana de Angel Surizaday que fueron abiertos cómplices, tampoco creo que puedan vivir en esta misma entidad, que cara le van a poner a esos niños que prácticamente se quedaron huérfanos, en ambos casos.
La violencia nos está consumiendo en una vorágine terrible, una racha horrorosa se cierne sobre una ciudad tan pequeña, pero que sin ser expertos en psicología criminal, pero sí teniendo casi 20 años se observancia empírica de estos casos, cual es el factor en común, el único que un servidor puede detectar es la creencia de salirse con la suya.
Todos estos cobardes asesinos tienen la misma y asquerosa intención, que nadie los castigue por lo que hicieron.
Todos demostraron una cobardía repugnante al usar a sus familiares directos y estos a su vez de permitirlo, para poder ocultar sus crímenes, Angel Surizaday a su hermana y madre, Oscar a su padre, el feminicida de Laura Imelda, el feminicida de Anastacia en Mapimí, Brayan Alejandro que intentó encajuelar a su joven esposa, Valentín el malnacido que quemó viva a Dulce María en Nuevo Ideal, o qué me dicen de Octavio el que mató a su esposa embarazada a puñaladas frente a sus tres hijos y los dejó que pasaran la noche con el cadáver. Este recuento que sólo provoca que se nos tense la quijada puede seguir y seguir, pero esa no es la intención.
Estas personas para las que se debería de contemplar otro tipo de penas que incluyen la extinción de la vida (desde mi punto de vista son carroña), mantienen en sus nauseabundos pensamientos que nadie los iba a detener, que podrían huir e incluso, ¿por qué no?, comenzar una nueva vida, esta vez con la mujer adecuada nuevos hijos y andar por la vida como si nada, mientras que la vida de sus hijos quedó destrozada, no tienen madre, menos padre, saben qué es un asesino y no existe terapia psicológica que pueda curar una situación así.
El factor en común está ahí, todos estos animales supusieron que como sus grades ídolos, esos de los que hablan en los corridos, iban a llevar una vida a salto de mata, escapando y conquistando corazones, siendo héroes de la delincuencia que nunca iban a pagar por sus pecados, ahora dentro de su presidio van a contar cómo los agarraron, no porque la autoridad tuviera la capacidad, sino porque ellos cometieron un error, así es el grado de basura que cargan en sus pensamientos.
