- Esta obra tendrá un impacto positivo del 40% en el abastecimiento de la ciudad: Rodolfo Corrujedo Carrillo.
Sara Valenzuela / la Voz de Durango
Ante la presencia de niveles elevados de flúor y arsénico en el agua de Durango, la obra de la potabilizadora de agua tendrá un impacto positivo del 40 por ciento en cuanto a abastecimiento en la ciudad, además habrá mejoras en cuanto a la calidad del vital líquido, informó Rodolfo Corrujedo Carrillo, director de Aguas del Municipio de Durango (AMD), quien comentó que aproximadamente en un mes y medio estos trabajos habrán concluido.
“Definitivamente la potabilizadora va a ser una obra que va a venir a transformar la forma como realizamos el abasto de agua aquí en la ciudad de Durango, de entrada creemos que va a tener un impacto inicial del 40 por ciento en cuanto a la cobertura, la gran de ventaja de esto es que vamos a tener agua en mayor cantidad y mayor calidad también, prácticamente quedaría desde el instante que se termine, estimamos que tal vez esto sería aproximadamente en un mes y medio que ya pudiéramos estar iniciando esos trabajos de armonización”, destacó el titular de AMD.
En cuanto a trabajos de armonización, Corrujedo Carrillo se refiere a líneas adicionales de conducción y una válvula que llegue a los tanques gemelos para que se pueda abastecer de agua en la zona del Cerro de Los Remedios. Asimismo, reveló que en temas de inversión se están haciendo revisiones para saber si iría dentro del presupuesto cercano a los cuatro millones de pesos o si será un gasto adicional.
Rodolfo Corrujedo, puntualizó que con la potabilizadora en funcionamiento, en una primera instancia, los pozos del primer cuadro de la ciudad y los que se encuentran hacia el norte dejarían de operar, sin embargo, aclaró que de los 97 pozos que hay en Durango ninguno se va a clausurar, sólo se dejarán descansar y entrarían en ejecución de vez en cuando. Finalmente, el funcionario municipal señaló que con dicha obra, el municipio tendrá una ventaja competitivamente hablando, sería de las primeras ciudades en contar con una garantía y calidad en vital líquido para al menos los próximos 50 años.
