- Hay trabajo disperso de las instituciones y bajo presupuesto dificulta la difusión en materia de prevención: Soledad Ruiz Canaán.
Josélo Fuentes Delgado / La Voz de Durango
Tres suicidios en menos de una semana, dos de ellos de un par de menores de edad, de 12 y 16 años, demuestran el grado de descomposición social que hay, cuando los suicidios pueden prevenirse de manera oportuna detectándolos a tiempo, destacó la directora del Instituto de Salud Mental del Estado de Durango (ISMED), María Soledad Ruiz Canaán.
Aunado a ello la falta de atención de los padres, un relajamiento en la crianza que no se refuerza en la escuela, haciendo de este fenómeno social una prueba de fuego para todas las instituciones de salud, sobre todo las relacionadas con el bienestar mental de la persona para reducirlo a los requerimientos que ordena la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 10 por ciento, teniendo como causa de origen la depresión.
En el caso de Durango se logró un 3.6 por ciento en el 2018 cuando la tendencia en todos los estados ha sido al alza, en un hecho que nunca se va a terminar, pero que sí es posible de controlar, más cuando el factor de la depresión es detectado y atendido con oportunidad, aseveró la reconocida psiquiatra.
“La psicoeducación inicia desde la casa, fomentar el valor de la resiliencia, que es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, alguna pérdida material, etcétera. La escuela refuerza estos valores en la convivencia y la orientación de los maestros”, consideró Ruiz Canaán.
Consideró la directora del ISMED con relación a los aspectos de prevención, además del factor de recursos, hay demasiado trabajo disperso y sin coordinación de una política real, que involucre a todos los actores entre escuelas, salud, instituciones de gobierno, porque la prevención es más barata y menos costosa que atender cuando el problema ya está presente.
ALERTAS DESAPERCIBIDAS
El suicida siempre anuncia su intención de privarse de la vida. Deja señales, hace comentarios, varía sus rutinas, establece una serie de elementos que si el maestro, la familia, sus amigos saben detectarlos, hay manera de actuar a tiempo, expresó la profesionista.
“Debemos incidir en la formación del niño, del estudiante, del adolescente, escucharlo. El 40 por ciento de las causas de la depresión son hereditarios y el 60 se basa en elementos socio culturales. Las instituciones podemos actuar y debemos hacerlo, aún sea con poco, hasta bajo presupuesto hay que hacer el trabajo que nos corresponda”, añadió.
