- Frente Nacional demanda atención a las víctimas mientras la entidad carece de medidas legales para combatir este tipo de abuso.
Marco Santos / La Voz de Durango
La violencia vicaria, es un término que describe la utilización de los hijos como instrumento para ejercer violencia hacia la pareja o expareja, constituye un serio problema con impactos emocionales significativos en los niños involucrados. Este tipo de abuso se aborda generalmente dentro del marco de la violencia doméstica.
No obstante, Beatriz Gracia Ibarra, maestra en juicios orales y miembro del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, señaló que a nivel nacional ya se legisló sobre la Violencia Vicaria, normativa que entró en vigor el pasado 18 de enero. Sin embargo, en Durango, hasta el momento, aún no se ha legislado al respecto, por lo cual, hace un llamado para todas las autoridades a prestar atención a las víctimas que han experimentado este tipo de violencia, pues a pesar de contar con instancias para presentar denuncias, estas no brindan un apoyo integral y, en algunos casos, repiten todo el proceso legal. Además, la falta de asesoría real dificulta que las víctimas recuperen el contacto con sus hijos.
Gracia Ibarra, informó que alrededor de 12 casos de madres que han sido víctimas han buscado ayuda en este frente, de lo cuales se consideran de gravedad, ya que involucran órdenes de aprehensión en su contra presentadas por los agresores, es decir, estos últimos denuncian que las madres presuntamente agreden a sus hijos, por lo cual, utilizan esta táctica para evitar que las madres vean a sus hijos e incluso para arrebatarles la custodia.
En ese sentido, la organización insta a las autoridades a investigar más allá de las meras denuncias, exigen que se trabaje en los hechos con mayor profundidad.
Finalmente, el frente denuncia que las autoridades no ofrecen razones claras sobre por qué aún no se ha legislado en Durango. Al preguntarles, aparentemente evitan el tema. Las víctimas y quienes respaldan esta ley en la entidad buscan un avance concreto en la legislación local para abordar de manera efectiva la violencia vicaria.
