- Disputa vecinal.
- Debido a la pobreza extrema, familias vulnerables luchan por un espacio digno.
Marco Santos / La Voz de Durango
Desde hace años, en las colonias San Juan y San José, cercanas a las vías del ferrocarril, algunas familias decidieron ocupar terrenos con el propósito de construir viviendas con materiales económicos como madera, hule y láminas. Esta elección surge a raíz de la escasez de empleo y las condiciones de extrema pobreza, lo que resulta en la invasión de un total de 117 familias en esta zona.
Paola Rojas Sarabia, vive desde hace dos años en esta área y con frecuencia recibe críticas de los vecinos de colonias cercanas, quienes alegan que los invasores están involucrados en actividades delictivas, como consumo de drogas, robos y el desecho de bastante basura. Ante estas acusaciones, Rojas Sarabia comentó que son infundadas, pues aseguró que, a pesar de las adversidades económicas, son personas honradas que cuidan del entorno.
«Con dos hijos a mi cargo y siendo madre soltera, me encontré sin opciones de casa, esto debido a los elevados costos de renta. Fue así como consideré la posibilidad de construir mi hogar en esta zona», expresó Rojas Sarabia.
En cuanto a la ocupación de los terrenos, Rojas Sarabia señaló que están siguiendo el proceso correspondiente con las autoridades estatales para regularizar la situación. Buscan legalizar sus espacios o, en su defecto, obtener asignación de viviendas en otra área de la capital.
«Llevamos mucho tiempo aquí, nos esforzamos por mantener limpio el lugar y por vivir dignamente. Pedimos quedarnos o que nos brinden otra ubicación», subrayó Rojas Sarabia.
Ante este escenario, las familias en situación de pobreza hacen un llamado a los vecinos, solicitando comprensión y la oportunidad de permanecer en esos espacios. Apelan a la paz y la convivencia sana, mientras solicitan a las autoridades una solución efectiva para su situación.