- “Mientras uno los lleve en el corazón, jamás se van a ir”, afirman duranguenses.
César Rodríguez / La Voz de Durango
En la época prehispánica el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.
La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 01 y 02 de noviembre, ya que esta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 01 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 02 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos.
Como cada año, en el Panteón de Oriente miles de familias se dieron cita para visitar a sus difuntos, con la fiel creencia de que se encuentran en el plano terrenal y es la oportunidad para pasar un momento junto a ellos.
Desde primeras horas, el referido camposanto comenzó a recibir a sus visitantes, mismos que llevaban flores, escobas y cubetas para limpiar las tumbas de amigos y familiares, y así recordar a aquellos que ya partieron.
Asimismo, la misa realizada al exterior de la capilla del Panteón fue auspiciada por la Arquidiócesis de Durango, la cual congregó a cientos de asistentes, quienes atentos escuchaban el mensaje del presbítero, quien hacía referencia a que la muerte no es el final, sino el inicio de una nueva etapa.
Personas de todas las edades llevaban sus ramos de flores de cempasúchil a las tumbas de sus seres queridos, donde entre un ambiente de música y recuerdos la nostalgia se hizo presente.
TRADICIÓN
Por su parte, Germán, de 80 años de edad, cada año viene a visitar a sus padres y sus hijos en compañía de su esposa, quien considera esta tradición una de las importantes, puesto que “mientras uno los lleve en el corazón, jamás se van a ir”.
En otro orden, Gabriela Hernández, manifestó que a pesar de los años, el recuerdo de su madre perdura con el tiempo y cada 10 de mayo y Día de Muertos, acude a honrar su memoria.
“Mi madre se fue hace varios años y yo la sigo extrañando como el primer día, siempre he buscado la manera de honrarla y el Día de Muertos es una manera de sentirme cerca de ella”, concluyó.
