MTF. Alfredo Arévalo
Gracias a películas y series, se crearon dentro del imaginario colectivo algunas ideas sobre lo que sucede en las sesiones de terapia; por un lado, está la idea respecto a que se trata de tocar temas dolorosos, ya sea del pasado o actuales. Por otro lado, se ve como un espacio en el que es necesario hablar sobre uno mismo, tocar puntos de nuestra historia de vida para poder transformarlos y transformarnos.
En este sentido se habla mucho sobre un cambio, si hablamos de un cambio en el pasado entramos a un tema paradójico, pues no se puede cambiar algún suceso del pasado en sí, por lo que al explicarlo de esta manera se puede generar cierta frustración luego de exponer esos sentimientos y hechos, lo que sucede es que hay algunos recuerdos que están reprimidos, y esos son los que determinan nuestro estado anímico actual sin darnos cuenta.
Entonces hablaremos sobre esos recuerdos reprimidos, y otro aspecto importante, el significado que le damos a las personas y situaciones. Para descubrir esta segunda parte es necesario realizar una autoexploración, con el acompañamiento de un experto que te ayudará a comprender con mayor claridad.
La búsqueda en la terapia consiste en ir construyendo nuestra historia en relación a determinado momento y nuestro sentir en ese momento, o al tocar el tema; la idea de realizar esto es poder explicarnos a nosotros mismos qué fue lo que sucedió y qué hubiésemos deseado que suceda.
Con ello se intenta ver en qué puntos de nuestra vida existieron momentos de gran impacto emocional, momentos que pueden ser recordados en la terapia misma, y lograr un cambio en nuestra interpretación, no sólo respecto al pasado, sino también a las situaciones actuales, cotidianas, en las cuales vemos que repetimos patrones de conducta que causan angustia o inhibir nuestros deseos sobre lo que quisiéramos hacer.
Es decir, que aquí se están considerando a los hechos de nuestra historia como puntos centrales donde toman forma posteriores reacciones emocionales cuando enfrentamos situaciones que nos hacen recordar, la situación como tal o solo el sentir.
Por lo tanto, es a partir de esas situaciones que nos afectan ir construyendo nuevos significados a partir de sus causas, el recuerdo funciona como una máscara de los sentimientos que hay detrás de él. Entonces, la idea de resignificar consiste en experimentar que las cosas no son en sí, no tiene un único significado cuando se trata del mundo emocional.
Al entenderlo, la situación se descubre de una nueva manera, ya no se presenta con el mismo peso emocional que tenía, puesto que hay una nueva variedad de pensamientos que se abren paso para darnos la oportunidad de percibir la realidad de una manera distinta.
Por supuesto que estos procesos no son inmediatos, consiste en ciertos momentos de pregunta, reflexión y construcción en los que uno mismo se va construyendo con lo que elabora de sí mismo y quizás no se llegue a tener una respuesta del malestar en poco tiempo, porque como dijimos, ese malestar encubre varias realidades, pero al darles otro sentido el proceso mismo nos permite ver las cosas de diferente manera, hasta dónde ya no es necesario volver a terapia, salvo para aprender de uno mismo y seguir creciendo como ser humano.
“Ningún payaso hace sonreír a una persona que no quiere ser feliz”. Wesley D’Amico.