Esto se ha vuelto una de “impugnaderas”.
Aarón Quiñones/ La Voz de Durango
Pasa la Semana Santa y por más exhorto y solicitudes que los líderes de las cámaras de comercio hacen a los dueños de los establecimientos para que abran sus locales en los Días Santos y nada más nadie hace caso en Durango. No podemos quejarnos que las autoridades hacen y dejan de hacer, sus responsabilidades están bien definidas, pero como ciudadanos y dueños de estas micro y medianas empresas hay que dar el salto para comenzar a ser una ciudad turística.
Se necesita ofrecer productos y servicios de calidad, la gente que viene de otros estados tiende a aburrirse pronto porque la variedad de ofertas es casi nula, unos cuantos los más aventurados abrieron sus negocios, otros salieron de la ciudad y la mayoría solo se quedó en casa, pero queremos tener turismo de nivel mundial para eso nos falta mucho y hay que reconocerlo si en un día común los negocios abren sus puertas a las 11 de la mañana, pues qué se espera para una semana vacacional.
Mientras que por la radio y algunos otros medios de comunicación ya circula propaganda de Gonzalo Yáñez, como “candidato oficial” de la coalición de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y por supuesto el Partido del Trabajo (PT), el idilio legal en la sala de Guadalajara continúa y se espera que para este próximo lunes o martes ya haya una resolución final y el candidato siempre sí sea Otniel García Navarro, situación que cambiaría otra vez el tablero de ajedrez, bueno de damas chinas que se ha convertido en los últimos días la política electoral en Durango.
Las reglamentaciones flexibles y poco claras han permitido que las instituciones políticas hagan y deshagan con el presupuesto que les es otorgado y que nuestros impuestos pagan a su conveniencia. No existen hasta el momento leyes claras ni autoridad competente que le ponga fin a esta palabrita que ya a la sociedad tiene cansada, la impugnación.
Que, si no soy yo el candidato, impugno, que yo soy el candidato, también impugno, que no me incluyeron en la lista de regidores, impugno, que, si no van mis “compas” en las posiciones, impugno. En fin esto se ha vuelto una de impugnaderas que francamente si ya los comicios son desgastantes para la sociedad ahora habría que agregar que lo más probable es que las 39 presidencias municipales que están en juego se definan, no crea usted que con votos, ah no, claro que no, un juez le vendría a dar el triunfo, eso no so sabemos a quién, es más no sabemos si siquiera les alcance la cantidad de votos porque yo creo sinceramente que el triunfal ganador como cada año será el abstencionismo.
Por su parte los que ya andan haciendo campaña, pues están aprovechando el tiempo que les dieron e intentando llegar otra vez a la preferencia de la ciudadanía. La imagen que el doctor José Ramón Enríquez Herrera está usando mercadológicamente hablando es sumamente interesante, el problema es que a tono de broma y al buscar un nicho con el pueblo pierde un poco de credibilidad porque la gente le está reclamando las cosas que se hicieron y que se dejaron de hacer. Como ciudadanos somos muy rencorosos y si por la casa hay un bache y no se tapó, hubo una fuga y no se arregló, pedimos un permiso y no nos los otorgaron, se lo vamos a recordar el día de las elecciones, vaya, el doctor Enríquez es el único que no puede decir que hay cosas mal porque él las hizo, su discurso será seguramente que las cosas se seguirán haciendo “mejor”.
Jorge Salum del Palacio es un político inteligente y con buenas amistades en su partido, tiene reconocimiento de la sociedad porque ha participado casi, casi, cada año electoral, ya fue de todo un poco menos, alcalde obviamente y gobernador, pero a eso aspira, lo malo es precisamente eso, que cada año está en la contienda por eso al momento en que hicieron las encuestas en el PAN para definir entre él y Toño Ochoa, salió victorioso porque desafortunadamente es Salum “el de siempre”. Sus operadores y toda la infraestructura política que tiene alrededor Jorge deben de decirle la verdad, su imagen por más familiar que a algunos nos resulta para otros es sinónimo de “otra vez lo mismo”, está en la buena para el panista y si no se la lleva de calle en las votaciones en los juzgados puede perderla como sucedió con la diputación federal.
Jorge tiene que renovarse, afrontar la campaña desde otra manera, la tradicional la que ha usado en toda su carrera sí funciona, por eso ha llegado hasta donde está, pero con máquinas electoreras como Gonzalo y el propio doctor Enríquez le va a resultar sumamente difícil posicionarse, para bien y para mal su competencia es conocida a nivel nacional, hay que sacar todo el pan al asador.
De Arturo Yáñez se puede decir que está compitiendo con una imagen un poco más tratada y enfocada a sacarse el estigma. Ojo, el PRI ya no tiene la CTM, y el propio PRI quiere desligarse de su propia marca, por inverosímil que resulte, porque como tal la ciudadanía los recuerda y ubica muy bien, pero con odio. La lucha es cuesta arriba para el priista porque se va a enfrentar a una sociedad que en su momento se polarizó y sacó a su partido de las más altas esferas de la administración gubernamental. Arturo sí puede y podrá sacarle los trapitos al sol a la administración de Enríquez y a la de los propios panistas, ésa será tal vez su máxima premisa política, ni modo, no hay de dónde agarrarse, pues siempre está el señalamiento en el ojo ajeno, aunque en el propio tenemos un Peña Nieto.
Gonzalo Yáñez para las elecciones se pinta solo, no necesita asesores que le diseñen ni la foto, aunque actualmente usa una de hace como 20 años y 20 kilos, pero aún así el “tirantes” es una aceitada maquinaria política que convence con el discurso a los mas crédulos. Hay que decirlo, la mayoría ya lo conocemos en Durango, pero los que no, jóvenes sobre todo, son víctimas fáciles de este devorador de votos, que no crea que usa tirantes por que sí, ni saca sus frases como ésa de que no nos vamos a “rajarss”, esos errores presuntamente involuntarios le han traído más reconocimiento que sus acciones al frente de los puestos políticos, esos detalles se posesionan en la mente de las personas que por una o por otra razón terminan votando por él, aunque después se arrepientan.
