Por: María Itzel Guereca Meza
¿Cómo están queridos lectores? De nueva cuenta nos encontramos como cada semana. En esta ocasión les compartiré otro tema de interés, esperando que sea de su agrado y les sirva de mucho.
HIDROCEFALIA
El cerebro y la médula espinal además de tener como mecanismo de protección a los huesos que los rodean, también poseen tres membranas llamadas meninges y el líquido cefalorraquídeo que brinda un sistema de resguardo ante traumatismos y bacterias.
La hidrocefalia es una condición neurológica que se caracteriza por exceso de líquido cefalorraquídeo en su paso por los ventrículos cerebrales que se ubican en la cabeza. Lo que conlleva a un aumento del volumen de la zona del cerebro con otros síntomas asociados.
Existen ciertas características que pueden indicarnos un aumento de la presión intracraneal y del líquido cefalorraquídeo en el cerebro, como lo son: Incremento del tamaño de la cabeza por exceso de líquido cerebral, pérdida parcial o completa del movimiento de las extremidades y tronco, cambios en la visión, vómitos y mareos, fatiga y mucha debilidad, incontinencia de esfuerzo, alteraciones en la sensibilidad y en la coordinación de los movimientos.
Entre las causas de la hidrocefalia, se incluyen las siguientes: espina bífida que ocurre cuando la médula espinal de un bebé no se desarrolla por completo, estenosis del acueducto que ocurre cuando se obstruye la circulación del líquido cefalorraquídeo entre los ventrículos cerebrales, infecciones durante el embarazo, complicaciones de la prematuridad, hemorragias cerebrales, un tumor cerebral, o bien, infecciones que afectan al cerebro
El tratamiento más frecuente para la hidrocefalia es la inserción quirúrgica de un sistema de drenaje denominado derivación. Consiste en un catéter largo y flexible con una válvula que mantiene el líquido cerebral fluyendo en la dirección correcta y en la velocidad adecuada. Un extremo del catéter, generalmente, se coloca en uno de los ventrículos del cerebro. Luego, el catéter se tuneliza bajo la piel hacia otra parte del cuerpo, como el abdomen o una de las cavidades del corazón, en la que el exceso de líquido pueda absorberse más fácilmente. Por lo general, las personas que padecen hidrocefalia necesitan un sistema de derivación de por vida. Requieren controles regulares.
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