- Tras dos años de pandemia.
- A su vez, Faustino Armendáriz informó que a raíz del Covid-19, lamentablemente cinco presbíteros perdieron la existencia.
César Rodríguez / La Voz de Durango
Después de un largo tiempo de permanecer cerrados por la pandemia del Covid-19, los recintos religiosos reabrieron sus puertas tras casi 18 meses de inactividad, medida que poco a poco ha devuelto la fe a los duranguenses, así lo consideró el arzobispo, Faustino Armendáriz Jiménez.
Informó que la reapertura de los templos ha venido a consolidar la fidelidad de la ciudadanía, misma que ha sido alimentada con diferentes eventos litúrgicos, presentaciones de la Santa Misa y todo aquello que alienta a las personas y reconforta sus corazones.
Asimismo, manifestó que actualmente la afluencia permitida en los templos es del 80 por ciento, con la entrada libre para personas de todas las edades que busquen la cercanía con Dios.
En ese sentido, reconoció que aun no es momento de bajar la guardia, puesto que a pesar de los pocos casos positivos que se registran diariamente, la enfermedad del Coronavirus se encuentra presente, por lo que es necesario respetar las medidas sanitarias y mantener el uso del cubrebocas en vía pública.
Por otro lado, informó que cinco presbíteros lamentablemente perdieron la vida en los picos más altos de infección en la entidad, mientras que muchos más se contagiaron y algunos presentaron una sintomatología grave.
