- Edificio lo pintan de azul.
- El lugar donde desde los años 40 se dedicó a hacer obras sociales, ahora es un centro nocturno en el primer cuadro de la ciudad.
Rosy Gaucín/La Voz de Durango
El edificio que albergó el Club de Leones de Durango, que se ubica en las calles de Negrete y Victoria en el centro de la ciudad, desde el pasado fin de semana opera como bar y al que sus dueños denominaron como “Hooligans”.
El inmueble que es uno de los mejor conservados de la ciudad, para iniciar sus operaciones como centro nocturno, cambió el color de la fachada a azul fuerte, color que si bien resalta de los demás que se encuentran en el Centro Histórico de la ciudad, no está permitido, pues hay un catálogo de colores autorizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Por esta razón días previos a su inauguración se colocaron sellos de obra suspendida por parte del INAH, sin embargo, fueron retirados y el viernes por la noche se realizó la apertura del lugar.
Llama la atención que los propietarios hayan contravenido las disposiciones legales al haber hecho cambios en el color de la fachada a un color no autorizado, asimismo que decidieran retirar los sellos para comenzar a operar.
Cabe hacer mención que en el exterior del edificio, permanece una placa de cantera en donde dice Club de Leones de Durango A.C., 1941-2003.
Sin embargo, desde el pasado fin de semana el lugar ha dejado de ser un club social para convertirse en un bar, en donde de acuerdo a algunas publicaciones que se compartieron en redes sociales se puede escuchar música rock y consumir bebidas embriagantes.
