Del director
Cuidar el proceso electoral es tarea de todos
La democracia mexicana no deja de aprender. No es perfecta y luego de un predominio de más de 70 años de una sola fuerza electoral, la idea de una alternancia es solo una idea vaga que confunde, porque aún perduran vicios y malas prácticas.
Los partidos políticos se han preocupado más en acaparar el poder y distribuirse millonadas de pesos que en servir al país y a la sociedad que ha perdido espacios de representatividad en detrimento del crecimiento de los partidos y de los organismos electorales. Por ejemplo, tenemos una menor libertad de comunicación masiva en materia electoral por las condicionantes de los tiempos. Sí en cambio, hay mayor libertad de expresión con las incontrolables redes sociales. En Durango, el gastazo electoral es insolente, desde el IEPC cuyos representantes se agencian unos salarios escandalosos, hasta el manejo que se otorga a partidos, estén o no en campañas. A nivel nacional es lo único que no afronta reducciones presupuestales. La 4T sigue gastando mientras otros rubros más necesarios, lo hacen en menos cantidad y con mayor escrupulosidad. Este año vamos a ver el gasto dedicado al clientelismo electoral que también va a ser mayor.
La decisión de este fin de semana que terminó en los tribunales electorales, da marcha a esa conjunción de partidos entre Morena-PT y PVEM para contender por alcaldías y ya no sabemos quién va a ser en Durango municipio el abanderado, si será Gonzalo u Otniel García, la sala regional en Guadalajara emitirá su dictamen final y su decisión inapelable se conocerá el día 9 de abril, es decir mañana.
Qué falta de respeto de Morena hacia los ciudadanos, qué avaricia y desorden se trae quien ya desde este momento, debiera dar señales inequívocas de ser una fuerza electoral unida y prudente. Con qué facilidad eliminó de la competencia interna a tres valores propios que así han sido identificados desde la sociedad: Iván Ramírez, Silvestre Flores y Nacho Aguado, incluso comprometiendo la figura de Otniel García, quien habría resultado vencedor en el consejo interno electoral de ellos y donde nadie dijo nada, supuso o protestó por esa elección que surgió luego de una encuesta interna que resultó mentirosa y fraudulenta. Qué nos podemos esperar de Morena cuya claridad estatutaria no es su fuerte, sino la mentira, el engaño y la diatriba. Todos confundidos y todos engañados, ahí está Otniel García que jugó limpio, que fue factor de unidad, que ha sido incluyente y que obtuvo un triunfo que nadie objetó y que ahora le despoja el tribunal electoral que “interpreta” la ley en favor de esa coalición que legaliza a “Gonzalo” Yáñez como “recién llegado”, un político viejo, amañado, rencoroso, sentimental y manipulador, que ensucia el proceso electoral interno en Morena y amenaza al proceso electoral local con su ya conocido dispendio practicado de toda la vida con la gente pobre que se deja engatusar a cambio de una despensa o un regalo el que sea con tal de lograr algo a cambio por el voto.
De ratificarse la coalición en Guadalajara, de escoger a Gonzalo para contender para la alcaldía de Durango, la señal que va a recibir la ciudadanía es que Morena se rajó para darle el control al PT y a Gonzalo la posibilidad de volver a ser alcalde, puesto que ya tuvo y que nadie recuerda con agrado.
